Versión 3
Vengo de...

Y voy a...

¡Y llego tarde!

El colmo del frikismo

Por si me escribes...

Visualizando


Sober [P!nk]

En el metro voy leyendo...

Y en la mesilla de noche tengo...

La serie que estoy viendo

Cuenta atrás

Y me piro
lunes, 30 de abril de 2007
Pues sí, mientras algunas ya empiezan a volver (o, directamente, no se han ido) yo escapo por unas horas del poco bullicio que hay ahora mismo en la capital. Aunque estoy derrengaita. Aunque sé que voy a dormir poco. Aunque sé que mañana seguramente me arrastrarán -ya de vuelta en Madrid- al barrio de lujuria y perdición...

¡¡¡A pasar bien lo que queda de puente!!!
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 18:37:00   1 Berrido(s)
Fin de fiesta
domingo, 29 de abril de 2007
Íbamos con tiempo, de verdad. Sobre todo si se tiene en cuenta el retraso con el que abrieron las puertas en el concierto del miércoles. Hicimos parada en Príncipe Pío porque, como es habitual en mí, aún no había probado bocado desde el café matutino. Con el estómago lleno pusimos rumbo a La Riviera siguiendo a toda persona con pintas que nos íbamos encontrando sabiendo que eran los mejores guías que podíamos encontrar. Eran las ocho y diez cuando llegamos. Las puertas, según la entrada, se habían abierto a las ocho así que yo esperaba que aún no hubiera mucha gente. Cuál no es mi sorpresa cuando al entrar nos encontramos con la pista llena a rebosar. La rapaz y yo nos miramos horrorizadas. Ponernos en primera fila quedaba descartado por cuestiones logísticas así que nos encaminamos con paso firme hacia la primera barra que se cruzó en nuestro camino. Una vez hecho acopio de carburante nos dedicamos a deambular a ver si encontrábamos un buen sitio. De repente la rapaz parece iluminarse: Coño, voy a mandarle un mensaje a S, que seguro que anda por aquí. La respuesta, a los pocos minutos, nos iluminó la cara a las dos: Estamos en segunda fila. Y allá que nos fuimos, empujando y siendo empujadas y recibiendo miradas asesinas por parte de los asistentes.

Ya junto a S. y sus amigos comencé a tener cierta sensación de dejá vù. Si miraba hacia el escenario parecía que no me había movido del mismo sitio desde el miércoles. Sólo darme la vuelta y comprobar que el recinto era distinto me hacía recuperar la perspectiva de que habían pasado un par de días desde la última vez. Mientras esperábamos a que empezase el concierto la rapaz aprovechó para ir al baño, oportunidad que no desaproveché pidiéndole que me trajera una nueva cervecita, que ya empezaba a hacerse notar la calorina reinante (el calor está en los cuerpos, ya sabes). Y como si hubieran estado esperándola, fue llegar ella con la vejiga aliviada y mi cerveza y apagarse las luces.

Las Nancys Rubias hicieron su aparición en escena y llevaron a cabo, más o menos, el mismo espectáculo que ya viese en el Palacio de los Deportes. Esa reinona con delirios de grandeza llamada Mario Vaquerizo comenzó a contonearse por el escenario y, qué coño, hemos venido a pasarlo bien y como tienen unas canciones tan simples es fácil aprendérselas así que nos pusimos a botar y bailar. Lo curioso es que a mí una de las canciones que más me gustó fue una del nuevo disco, interpretada por La verdadera Nancy Rubia al más puro estilo Siouxsie, titulada No soy un poltergeist: No soy un poltergeist, no soy un ectoplasma, pero es que no lo veis, yo tengo cuerpo y alma. (sí, ya me la he bajado, ¿acaso lo dudábais?). Pero la sorpresa vino al final de la actuación cuando la Vaqueriza comienza a hablar y presenta a la mayor artista que ha dado el pop español. Y, claro, todos pensando que se refería a su señora esposa hasta que grita: ¡¡¡Merche!!! Y la rapaz se queda con la cara a cuadros como preguntándose quién coño era esa. Pues mira, chata, esta muchachuela saltó a la fama hará unos cinco años gracias a colar una canción en Gran Hermano. Después de eso se ha convertido en una de las ídolas de la adolescencia de extrarradio. Vamos, algo parecido a Camela pero sin tecnorumba y con algo más de glamour. La tal Merche sale al escenario y junto a la Vaqueriza se lanza a una interpretación de su mayor hit, Abre tu mente, que, al parecer, está incluido en el último disco de las Nancys. Eso sí, mientras que estas últimas cantaron en riguroso playback, es de agradecer que Merche lo hiciera en riguroso medio-directo.

Y tras la salida de Merche y las Nancys el escenario vuelve a quedarse a oscuras. Y los nervios de la concurrencia se agitan porque todos sabemos qué nos espera. La intro comienza y la gente comienza a gritar. Y van saliendo todos: Jesús Horror, Chris Koo, Rafa Spunky, Nacho Canut y Olvido para abrir el fin de la semana de conciertos con Fantasmas. Y a partir de ahí ya fue no parar. Igual que me pasó el miércoles, salté, bailé, grité y pude escuchar en directo las canciones que eché de menos en Macumba: Hombres, Eternamente inocente, Me odio cuando miento… Sí, nosotras no hacíamos más que bailar pero justo detrás teníamos a un marciano que parecía que estaba asistiendo a un funeral. No sólo por la cara de pena que tenía sino porque no se movía un milímetro de donde estaba (si su cuerpo apreció movimiento fue por los vaivenes de la gente de su alrededor porque lo que es él ni ademán hacía, oyes). Y digo yo, con esa expresividad y ese talante, ¿no le hubiera salido más a cuenta ver el concierto acodado en la barra? Por dios, que es que hasta daba vergüenza bailar cuando le mirabas a la cara…

A mitad del concierto hubo un momento para presentar al grupo de Topacio Fresh y Miss Andy, las traviesas go-go’s que acompañan a Fangoria durante la puesta en escena. El dúo, con el curioso nombre de Leopardo no viaja, nos ejecutó, también en riguroso playback desde uno de los laterales del recinto, dos temas, El butanero (con un butanero auténtico dejándose tocar por ellas) y Sorpresa, sorpresa (has conocido a una traviesa). Y yo a cada momento me sentía más como si La Riviera fuera un inmenso antro de Chueca, de esos en los que tantas veces he visto actuar a traviesos de toda índole (que, por cierto, ¿había algún heterosexual en la sala?)

Tras ese pequeño kit-kat el concierto continuó con la parte negra y acabó, de nuevo, con El cementerio de mis sueños unida a El rey del Glam y las Nancys y La Terremoto y su troupe cantando tod@s juntit@s y revuelt@s en el escenario. El fin se acercaba pero aún quedaba La Terremoto (lo curioso es que yo, en todas las páginas que había consultado, anunciaban la actuación de la susodicha a las 2.30, que yo ya pensaba que nos iban a tener de sesión dance desde el final de Fangoria hasta que actuara ella). Como ya estaba en el escenario, mientras los demás se retiraban, comenzaron con la intro de su actuación. Uy, que esto es el principio, nos vamos y volvemos a salir pero vosotros hacéis como que os sorprendéis, ¿eh? Ya sólo verla y nos estábamos descojonando pero cuando comenzó con su particular versión del Crazy in love de Beyoncè (que debe ser la única que no había escuchado de esta mujer) yo creía que a mi vejiga se le iba a abrir el grifo. No faltó tampoco (no podía faltar) la canción que nos sigue dando de comer, el Time gous by con Loli. Y acabaron ya, como no podía ser de otro modo, con el Enajená, otra vez con el escenario repleto de gente, el público al borde de la extenuación pero saltando y gritando sin respiro (tanto boté yo que, como mi querida contractura ha regresado, se me paralizó el músculo de la mandíbula y cada vez que abría la boca, veía las estrellas, lo cual no fue óbice para que dejara de cantar). Y, por desgracia, el show más kitsch, petardo, mari y queer que se pueda ver en este país (y mucho me temo que no hay otro lugar en donde estas cosas puedan ser superadas) puso su punto y final y nos dejó con una cara de gilipollas satisfechos a todos de agárrate y no te menees.

Ya saliendo del recinto pudimos ver algunas caras conocidas entre el público (Paco León, Eduardo Casanova –el niño Fidel de Aída- y Pablito Rivero) más todas las caras de joder, l@ conozco y no sé de qué que siempre te encuentras en este tipo de eventos. Recogimos nuestros abrigos y pusimos rumbo a Príncipe Pío arrastrando los pies, mortalmente cansadas pero contentas…

De hecho, yo aún hoy sigo cansada (tan agitado ha sido mi ritmo desde el miércoles) aunque este hecho no impedirá que mañana me acerque a Segovia para asistir al concierto gratuito que Dover dará junto al Acueducto… Ayss, si es que en el fondo me va la marcha más que a un tonto un chupe…

Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 23:33:00   3 Berrido(s)
Extasiada
sábado, 28 de abril de 2007
Ya se lo dije a muchas el miércoles. Yo firmaba por un concierto de Fangoria al mes como antídoto antistress. Mucho mejor que el puto Prozac. Más divertido que los complejos vitamínicos con gingseng y jalea real. El concierto de ayer fue brutal. Quizá otros que ya están acostumbrados a ver a Fangoria a lo largo de los años ya no les sorprenda pero a mí, que sólo había visto aperitivos como el del Cee'd Festival o el de la sección de cuerda del otro día, me ha dejado extasiada.

Querida Avendetta, para leer mi visión del conciertazo tendrás que esperar hasta mañana junto con el resto de visitantes de esta página sin cencerro porque servidora, pese a que le duele cada músculo de su cuerpo de los brincos y botes que dio ayer (recaida contractural incluida), se pira al teatro y a lo que surja después... ;-)

Los demás podéis leer la crónica que ha hecho la rapaz sobre el evento... Feliz finde o feliz puente para quién lo tenga...
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 16:28:00   0 Berrido(s)
Viernes con las amigas
viernes, 27 de abril de 2007

Tenemos chica nueva en la oficina. Y de momento no puedo decir nada porque la han colocado al otro lado del perchero y los abrigos me impiden verla. Aunque tampoco tengo demasiado tiempo para observarla. La ingente cantidad de curro me lo dificulta. Y es que tras año y medio de cacarear que no hacía ni el huevo (mentira, curraba lo justo para que me sobrara tiempo para internetear) ahora hago dos docenas cada día.

Además hoy se ha hecho especialmente largo. Siempre pasa eso cuando estás esperando algo. Yo no hago más que pensar en que lleguen las ocho de la tarde para acodarme en la primera fila junto al escenario de La Riviera. Y aunque al final no me voy este puente a ninguna parte (bueno, esto no es del todo cierto) me esperan unos días agitadillos. Incluso me estoy planteando dejarme caer el día 5 por esta fiestecita… (me sé de algunas que se hallan ojipláticas ante el despertar primaveral de cierta característica dormida de mi persona).

Pero vayamos con calma. Primero me centraré en los botes que voy a dar de aquí a unas horas… El resto que vaya llegando poco a poco… Pero siempre con amigas (ayss, la vena sentimental me tenía que salir por algún lado, ¿no? Si va a resultar que poco a poco me doy dejando vencer por la ñoñez y todo).

Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 17:51:00   2 Berrido(s)
Cuerda testimonial
jueves, 26 de abril de 2007
A las ocho y media ya andábamos por la estación de Chamartín. Y deambulamos por allí hasta que nos acercamos a una discreta cola situada junto a la puerta a las nueve y media. Nuestras entradas decían que la apertura de la sala era a las 22.00h. y el inicio de las actuaciones a las 22.05h. ¡Ja! Aunque claro, luego caí en la cuenta de que el que Roberta Marrero estuviera pinchando contaba como una actuación más. Pero dieron las 22.00 y las 22.15 y las 22.30 sin que las puertas se abrieran en ningún momento. La cola ya no se componía de los más puntuales sino que ya era un considerable hervidero de gente. Algunas se miccionaban sin poder aguantar, otras fumábamos sin parar y la mayoría protestábamos porque no nos dejaban entrar… hasta que por fin nos dejaron.

Primer paso: buscar un buen lugar (en primera fila, of course, que si no pa’ que íbamos a estar en la cola desde tan pronto). Una vez conseguido esto, ronda de cervezas. ¡Uy, Budweiser! ¡Con lo que me gusta y lo poco que la bebo! Lo que no recordaba yo era lo bien que entraba y el pedo tan tonto que te proporciona a cambio. Antes de que empezara Silvia SuperStar ya me había ventilado la primera. Así que me fui a por otra. Silvia tocó unas seis o siete canciones (a partir de la cuarta ya estábamos planeando mentalmente cómo asesinarla si no dejaba el escenario libre para Fangoria a la voz de ya) acompañada por una enfermera sacada de peli porno que lanzaba las secuencias con un portátil y hacía algunos coros al micro y un guitarrista que llevaba una máscara de lucha libre mexicana que le debió hacer sudar al pobre lo indecible.

Y por fin, a las ¡ONCE Y MEDIA DE LA NOCHE! vemos cómo comienzan a cambiar el escenario, a colocar atriles con lamparita y sillas para el cuarteto de cuerda que les iba a acompañar (una, que a veces es muy ingenua, se había llegado a imaginar –no sin cierto horror, todo hay que decirlo- un concierto tranquilito en el que se hubieran adaptado las canciones para los instrumentos de cuerda y que nos esperaba hora y media de sopor y todo el público meneándose al más puro estilo pendular de los componentes de Los Happiness). Y salen Alaska, Nacho, Spunky (que no sé por qué pero cada día me da más morbo) y los dos travestis-bailarinas que les acompañan y comienzan con Voy a perder el miedo. Y yo debí perder el miedo, la vergüenza y el sentido del ridículo porque a partir de ese momento comencé a bailar, botar y cantar de un modo desaforado hasta acabar cubiertita de sudor a la una de la noche, con un considerable pedo, una enorme sonrisa y una gran satisfacción.

MOMENTOS A DESTACAR

-Nos trajo locas a todas. Hicimos malabarismos con los móviles para sacarle una foto así como por casualidad. Nos empujábamos para ponernos más cerca. Sí, hubo alguien entre el público que, durante la hora que nos tuvieron esperando, acaparó toda nuestra atención. Acabábamos de llegar y estábamos ya acodadas en las vallas de la primera fila cuando vi que venia directa hacia mí una bollo de las de calidade. Mira, una bollo un poco decente, susurré a mi izquierda cuando comprobé que la muchachuela se había colocado justo al lado mío. Sí, eso te iba a decir yo, me contestaron. Cuando llegaron el resto con las bebidas espirituosas, tardaron nanosegundos en ficharla. Luego la observada se puso unas gafitas la mar de monas y comprendí cuál era su jugada. Vamos, que la muchacha se ha visto las cuatro temporadas de The L Word y se ha aprendido el personaje de Shane al dedillo. Eso sí, esta no estaba tan escuálida y escuchimizada como la actriz con lo cual las exclamaciones de admiración se sucedían sin descanso. Pero nenas, fue a mí a quién le pidió un cigarro (de ilusión también se vive, aysss).

-Del concierto en sí no voy a decir nada hasta no ver el de mañana (para el que ya estoy contando los minutos) pero sí que diré que lo de la sección de cuerda fue meramente testimonial durante la primera parte (notándose más en Quiero ser santa) y que luego desapareció sin dejar rastro y sin que nadie les echara de menos… Los chicos se lo curraron pero el petardeo tiene más fuerza...

-Aunque yo ya fui a este concierto de Fangoria hace unos meses, al haber compartido escenario con Pet Shop Boys y ser más corto y, sobre todo, al hecho de que a ese primero fui encabronada, debo admitir que este ha sido en el que mejor me lo he pasado. Porque he estado en primera fila, porque me iba con más gente, porque también hubo momentos para compartir vía móvil, porque los abrazos se producían por generación espontánea y porque no pude despegar la sonrisa de mi cara en toda la noche (ni hoy, que he llegado a la oficina y parecía que había pasado la noche haciendo otra cosa). Sí, sin duda el mejor. Aunque, claro, eso puede que cambie mañana… jijiji

Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 21:09:00   8 Berrido(s)
Miércoles de cuerda
miércoles, 25 de abril de 2007
En los próximos siete días voy a ir a un concierto cada dos. Empiezo hoy con la sección de cuerda de El extraño viaje por Madrid de Fangoria. Me he preparado a conciencia. He dormido ocho horas como una persona normal y ya llevo tres cafés. Creo que aguantaré sin caerme de sueño entre el público.

Por lo que tengo entendido, media bollosfera va a estar hoy en la sala Macumba, así que a lo mejor nos vemos por ahí...

Y para muestra de lo que nos espera, este botón, que no es de mucha calidad pero, oyes, ¡los muchachos estaban en primera fila!

Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 18:58:00   4 Berrido(s)
Las edades del hombre (y de la mujer, claro)
martes, 24 de abril de 2007
No sé por qué hoy mis compañerillas andaban hablando de la edad. De que La Pija y yo ya nos estábamos acercando a ese fatídico momento en que año que cumples, año que acaba en “ta” (treinta, cuarenta, cincuenta y así hasta que se pare el tren) y que ya no somos tan jovencitas. Yo soy la segunda más joven de la oficina, sólo aventajada –y avejentada- por La Pija, que tiene uno menos que yo. Seguimos de cerca a Ricitos y Supermamá, que andan estrenando la treintena. Sólo Jefa y Amargada están instaladas en los cuarenta (y Jefa ya encaminándose al siguiente decenio con garbo y paso firme).

Cuando era adolescente creía firmemente que los años me darían todo aquello que me faltaba y que tanto me reprochaban los adultos colindantes a mí. Que eran los años los que me harían cambiar y me convertirían en una persona mejor. Que cuando la fecha de mi nacimiento quedase lo suficientemente lejana en el tiempo, el resto del mundo comenzaría a tomarme en serio y yo tendría la suficiente autoridad para emitir mi juicio sin que nadie me llamara cría o me restara importancia debido a mi (corta) edad.

Por el contrario, el paso de los años lo único que me ha traído ha sido perplejidad, impotencia y la certeza de que, en esencia, nada ha cambiado (y de que siguen sin tomarme en serio). Incluso a veces me da por pensar que tenía todo mucho más claro a los catorce que a esos veintiocho que abandero este año (y sólo este año, que conste). Y es que desde entonces he mantenido la firme convicción de que son las experiencias las que enseñan, las que te hacen madurar y las que te sueltan el sopapo cuando menos te lo esperas. No el tiempo ni los años. Una vida puede transcurrir por un sendero calmado, apático y vacío y llegar a su fin sin haber aprendido gran cosa de ella. Pero también un puñado de años puede estar tan trufado de vivencias, momentos duros y felices, hostias y caricias, tan llenos de vida y, en definitiva, experiencias de todo tipo que nos enseñan tanto que si comparamos los dos ejemplos, el primero estaría en franca desventaja.


Y esto me lleva al jocoso pensamiento que se me ha venido a la cabeza mientras facturaba mecánicamente cual empleada ejemplar. Un jocoso pensamiento que me ha venido al recordar un comentario que dejé a Paper en su blog hace ya tiempo y que venía a decir algo así: Es un hecho empíricamente demostrado que el 90% de la población comprendida entre los 25 y los 40 años tiene una edad mental que no supera los 15... Es debido a esto que el 10% restante cuya edad mental coincide, más o menos, con la fisiológica vivan experiencias surrealistas cuando tratan que sujetos del primer grupo estén a la altura de las circunstancias. Pero estos, como adolescentes inseguros que son, se sienten atemorizados por los más nimios detalles. Nada, habrá que ir con una camiseta que diga "No te voy a pedir matrimonio formal, sólo quiero saber tu edad mental”.

Como he dicho antes, es la experiencia y no la edad la que dicta la madurez de una persona. Y se me ha ocurrido que alguna de esas empresas de videojuego ya podrían sacarse uno de la manga que, en vez de calcular la edad cerebral como hace el dichoso Brain Training, midieran la edad mental. Anda que no molaría plantarles la consolita delante a la peña que vamos conociendo para que hicieran la prueba. Por supuesto, a ellos en pantalla les saldría un resultado parecido al del juego original: Tu edad cerebral es de 49 años. Tienes un poco de fatiga pero si practicas todos los días rejuvenecerás tu cerebro en un pis pas (juro que el muñecote del japonés ese dice este tipo de paridas). Pero en cambio habría una opción oculta que, lejos de la vista del objeto de estudio, nos permitiera conocer el resultado real: Su edad mental se quedó anclada en el parvulario y no ha evolucionado mucho desde entonces. A veces podrá acercarse a la adolescencia pero ya sabes lo dura que es esa época y la incertidumbre y obstinación que la dominan. Avisad@ quedas. Yo de ti no me dejaría engañar por esa apariencia de sensatez y saldría corriendo a la voz de ya. Pero si te gustan las emociones fuertes, ya sabes, adelante y que la fuerza te acompañe.

Ese sí que sería un juego útil e interesante y no hacer sumas y restas de 2º de E.G.B. en una pantalla táctil. Yo desde luego lo compraría (¡qué coño! Yo me lo bajaría con el eMule, como hago con todos) y tardaría poco en descubrir que la mayoría no íbamos a pasar de tener una edad mental de estudiante de 3º de la E.S.O., seguro…

Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 20:33:00   5 Berrido(s)
El día del libro
lunes, 23 de abril de 2007
Hoy, para celebrar el día del libro, lejos de acercarme a alguna de las muchas actividades programadas para conmemorarlo, me ha dominado una inspiración desmedida, me he encadenado frente al ordenador y me he pasado la tarde escribiendo desaforadamente. Doce páginas van ya y todavía no tiene visos de parar. No puedo dejar de pulsar las teclas. Las frases me salen a una velocidad pasmosa y con suma facilidad. Y todo esto que cuento sería maravilloso si no fuera por el pequeñísimo e insignificante detalle de que no estoy escribiendo la novela que debería escribir ahora mismo.

Nunca he sido de las que empiezan a escribir una novela y hasta que no la acaban no se ponen a pensar en la siguiente. No, yo siempre he tenido dos o tres ideas en marcha para ir engrosando una u otra en la medida que mi inspiración o el momento que viva me lo permitan. Desde que publico he intentado centrarme únicamente en la historia que tuviera pensado presentar a mi editorial, lo que ha provocado que me cueste horrores sentarme a escribir porque ha dejado de ser algo realizado por mero placer a una obligación tan similar a un trabajo que hace que se me escape toda la motivación. Por eso, quizá, hoy me siento tan bien. Porque estoy escribiendo por amor al arte. Porque he retomado una idea que tuve hace unos meses. Una novela que quiero escribir para mí, sin intención de hacerla pública. Y me gusta verme disfrutar. Me gusta recuperar esa ilusión que a veces he creído perdida.

Mirándolo por el lado bueno, si sigo a este ritmo de diez o quince páginas diarias, en dos o tres semanas la habré acabado, me habré quitado la comezón y podré dedicarme en cuerpo y alma a la que debería estar dedicándole todo mi tiempo libre. Que ya me veo a ciertas personas persiguiéndome para lincharme si no termino dentro del plazo... :-p

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He hecho una brevísima pausa para cenar y, por primera vez en meses, he encendido el televisor para ver qué echaban y no para poner alguna de las cosas que me bajo. Con gran sorpresa me he encontrado en La Sexta con la película El Cuervo y no he podido evitar sonreír. Una avalancha de recuerdos y sensaciones me ha invadido. He acabado de cenar, he buscado entre mis discos la banda sonora (original y todo) y me he vuelto al ordenador a continuar escribiendo sin que la sonrisa me haya abandonado en ningún momento. Y al escuchar las primeras notas de Burn de The Cure he sentido como si me quitaran quince años de encima...
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 22:45:00   5 Berrido(s)
Brokeback Mountain
domingo, 22 de abril de 2007
Yo tenía pensado ver otra película pero mi caprichoso dvd a veces decide por mí. A la media hora de haber empezado se ha comenzado a atascar sin remedio. La he parado y he echado un vistazo a las otras películas que había en el disco. Y me he decidido por Brokeback Mountain. Hacía mucho que tenía ganas de volver a verla. La primera vez fue en el cine (una de las últimas veces que recuerdo haber ido al cine, la verdad) y sé que me gustó. Pero esta vez me ha gustado mucho más. Será porque es de esas películas que necesitan más de un visionado para que calen.

Y por segunda vez he sido incapaz de ver en ella una historia de vaqueros gays (en el marco temporal en que se encuadra la palabra gay no tiene cabida, en todo caso homosexual) pero incluso he sido incapaz de ver nada que no fuera una historia de amor agónico, magnificado por las circunstancias, dilatado en el tiempo cuando quizá se debió de tomar una decisión al principio: o estar juntos frente a todo o dejarse para siempre.

Todas las parejas tienen su Brokeback Mountain particular. Puede ser el lugar donde nació su historia o un lugar al que viajaron que marcó significativamente su relación. Es el referente común, lo que nos une a esa otra persona, ese lugar que nunca podremos recordar sin la connotación que nos vincula irremisiblemente a él. Es bonito pero en el fondo es como agarrarse a un fantasma para no caer por un precipicio. Porque las relaciones no sólo se construyen en torno a los recuerdos compartidos sino que se deberían sustentar en el día a día, en el presente, en lo que va creciendo con el tiempo. Y yo, que soy melodramática por naturaleza, pese a lo mucho que me pueda gustar ver en la ficción esos amores torturados, esos amores que nunca se rompen porque hay un vinculo indestructible entre las personas implicadas, sé por experiencia que eso no debería trasladarse a la vida real. Porque agarrarse al recuerdo lo magnifica e impide ver lo que se tiene delante. Y por muy nostálgica que pueda ser (que lo soy y mucho) sólo me gusta mirar al pasado con atención cuando estoy sola. Porque mis recuerdos son míos y no necesito compartirlos con nadie. Y porque sola me resulta más fácil volver a la realidad y no dejarme llevar por ellos. Y yo no quiero ser como Ennis del Mar. Yo no me quiero quedar anclada a un fantasma y acabar mis días sola recordando aquel amor que fue y no pudo ser.

Ya lo decía Sabina en una canción que popularizó Ana Belén: Al lugar en el que has sido feliz no debieras tratar de volver. Quizá yo en eso tengo suerte, el lugar en el que he sido feliz es el mismo lugar en el que vivo.

P.D.: Por supuesto, la película tiene una lectura más profunda pero entonces ya me saldría uno de esos post hiperextralargos y ya se hace algo tarde... ;-p
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 23:27:00   0 Berrido(s)
Marmotismo ilustrado
sábado, 21 de abril de 2007
Mi relación con la cama es a menudo como una obsesión. Porque aunque yo soy poco amiga de siestas y, en general, de tumbarme en la cama cuando estoy despierta, una vez me he puesto el pijama y sé que al día siguiente no tendré que madrugar, la agarro fuertemente y nada ni nadie me podrá separar de ella hasta que no haya pasado mucho, mucho tiempo.

Como dije ayer, los viernes no suelo salir. Es más, los viernes suele ser el día que más pronto me voy a la cama. Será que eso de dormir cinco horas diarias no es bueno y la última noche de la semana laborable estoy tan para el arrastre que no aguanto más. Y duermo y duermo y duermo. Y aunque trato de levantarme a una hora decente, al final me paso la mañana retrasando el despertador una hora más cada vez que suena. Y así se me pasa la mayor parte del sábado, entre sábanas revueltas y paradas al móvil (que es mi despertador), que alguna vez me he vuelto a quedar dormida con él en la mano a modo de osito de peluche...

Hoy me han despertado a golpe de conversación. Menos mal que ha sido una llamada larga y me ha dado pie a ir recobrando la consciencia poco a poco y, a los pocos minutos, agarrar el paquete de tabaco para encenderme un cigarro (momento en que mi ser despierta definitivamente). La persona que estaba al otro lado se reía por mi marmotismo y me decía que ella sólo hacía esas cosas cuando tenía pareja. A lo que le he respondido que cuando yo tengo pareja sólo salgo de la cama para abrirle la puerta al repartidor de comida a domicilio...

Cuando ya he asumido que el día había empezado (y eran ya como las cuatro y pico de la tarde) me he plantado en la cocina para prepararme un café y pensar en las muchas cosas que tenía que hacer (cosas marujiles, para qué engañarnos, todas esas cosas que entre semana dejo para el fin de semana y que el fin de semana dejo para otro momento). Al final me he sentado frente al ordenador mientras tomaba el café... de lo cual se puede deducir que no he hecho absolutamente nada productivo en toda la tarde.

En principio hoy tenía planes. Planes de salir por Chueca, recalar en el Antro Verde y, en definitiva, hacer todas esas cosas que últimamente sólo hago de tarde en tarde. Pero al final los planes se han ido cancelando y he decidido quedarme en casa. Además, mi maltrecha economía seguro que me lo agradecerá. De haber salido me habría gastado no menos de sesenta eurazos (que ya me conozco) y quedándome en mi dulce hogar sólo me he gastado doce entre tabaco y víveres para pasar la noche en compañía de Chuchín y una o dos pelis de esas que me bajo por docenas con el eMule...

Llevo una vida demasiado tranquila últimamente. Y tengo el pálpito de que eso es algo que se acerca a su fin...
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 23:14:00   0 Berrido(s)
El mejor momento de la semana
viernes, 20 de abril de 2007
No tengo ninguna duda de que el mejor momento de la semana es la tarde del viernes. El sábado es el día central del fin de semana pero siempre trae la inminencia del domingo en cuanto te descuides. El domingo es el día de la resaca, de la angustia de que en pocas horas volverás a currar, el suicidio del hombre, como decía Thomas Bernard. Pero el viernes es distinto. El viernes es como una promesa en los labios. Hace unos años, cuando todo mi tiempo de ocio (y mi tiempo de ocio era todo lo que estuviera fuera de mi horario de trabajo) se lo dedicaba a la juerga en cuerpo y alma, solía pasar las últimas horas en el curro repasando mi agenda y llamando a todos aquellos con los que un rato más tarde pudiera estar compartiendo risas y confidencias acodada junto a ellos en una barra de bar. Ahora que soy más selectiva en mis salidas nocturnas y es raro verme danzando por ahí un viernes por la tarde (y ya no digamos un viernes por la noche) me dedico los viernes a mí.

Me encanta esa sensación tan esperanzadora de salir de la oficina a las tres de la tarde y pensar en el tiempo que te queda por delante antes de volver a entrar en ella. Muchos de esos viernes aprovecho, ya que estoy en el centro, para quedarme a comer por allí, meterme a curiosear en la Fnac y tomarme después un café por Chueca (la cafetería no la diré porque l@s que me conocen ya se imaginan cuál es). Y no me importa hacerlo sola. Es más, lo disfruto. Siempre me agencio alguna revista o periódico para tener algo que leer. O el libro que lleve en ese momento en el bolso. O simplemente paseo por la Gran Vía con mi mp4 a todo volumen poniendo la banda sonora a lo que mis ojos ven a cada paso. Observo a la gente y miro los edificios sorprendiéndome de la poca atención que a veces les prestamos. Y es justo cuando me doy cuenta de lo enamorada que estoy de mi ciudad. Algo parecido a lo que dice Carrie Bradshaw en algún capítulo de Sexo en Nueva York. Madrid es mi chica. Lo ha sido siempre y siempre lo va a ser. Porque ya llevamos veintiocho años de relación y casi ocho viviendo juntas. Esto debe ir en serio. Son muchos recuerdos, muchas vivencias, muchas las cosas que hemos pasado la una con la otra. Y cada día que el calendario va marcando me alegro más de estar viva. De saber que estoy viva. De darme cuenta de que la felicidad y el dolor son las dos caras de una misma moneda que es la vida. Y que sin la una nunca sabríamos apreciar la otra.

Y también me alegra porque gracias a unos ingresillos extras ya tengo plan para el viernes que viene. Y no va a ser pasar la tarde en casa como hoy, cantando y bailando y haciendo el ganso (que también me gusta) sino que estaré en la última parada del Extraño viaje por Madrid que Fangoria nos regala la semana que viene...

Ji ji ji...

Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 23:30:00   1 Berrido(s)
Pérdidas
jueves, 19 de abril de 2007
Mi pc agoniza leeeeentaaaaamente... Se lo noto. Está tontorrón y le cuesta obedecerme en tareas muy sencillas que antes hacía sin pestañear. Pero anoche me pasó algo raro. Se colgó y tuve que reiniciarlo a capón. Al volver a iniciar el Firefox me encontré con que habían desaparecido todos mis marcadores y configuraciones. Ni rastro de nada. Cientos y cientos de páginas web que tenía almacenadas se fueron a la mierda. Pensé que sería una tontería momentanea y que hoy todo volvería a su ser. Pero no ha sido así. Y pese a volver a importar los favoritos del IE, los que hay son de hace muuuuucho tiempo -casi otra vida- y están bastante incompletos (aparte de bastante desordenados, con lo maniática que soy yo con eso). Es tiempo de pérdidas, sin duda.

En otro orden de cosas, junto con la canción de Nelly Furtado cuyo vídeo encontráis a la derecha, hay otro tema que no dejo de escuchar. Se trata de Dear Mr. President de Pink. Desde que lo escuché en la escena final de la cuarta temporada de The L Word no me lo quito de la cabeza (ni de mi mp4) y se me siguen poniendo los pelos de punta. A mí de esta muchachuela sólo me han gustado unas pocas canciones sueltas y el único álbum que he escuchado entero fue el Mizunderstood (magnífico pese a lo comercial que resultaba). Y hay que reconocer un par de cosas: que tiene una pinta de bollo que tumba y un vozarrón que te mueres. La letra es una protesta en toda regla contra Bush y su administración. Os dejo con un montaje que he encontrado en nuestro querido YouTube. Pero si queréis podéis ver aquí una actuación en directo en el Wembley Arena durante su I'm not dead Tour (y si quedaba alguna duda de cuál era su público mayoritario, atención a los gritos de la peña cuando canta eso de And what kind of father might hate his own daughter if she were gay?). Aunque aquí hay también otro montaje interesante.


Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 22:43:00   9 Berrido(s)
¿San Perfecto?
miércoles, 18 de abril de 2007
Llego a la oficina. Supermamá está encendiendo mi ordenador (a veces lo hace, no es nada extraño). Jefa me llama la atención y se señala la muñeca. Yo miro el reloj y veo que son las ocho y cuarto. Asiento, me siento y comienzo a trabajar. Al poco llegan La Pija y Ricitos. A ellas no les dice ni pío. Frunzo el ceño y al pasar la hoja de mi calendario de mesa veo que hoy es 18 de abril, San Perfecto, y que hoy se cumplen dos años de mi incorporación a está empresa con membrete que reza Fundada en... ¿Será por eso que es el trabajo que más tiempo me está durando? ¿Porque comencé en San Perfecto? Mira que lo dudo porque ahora no siento que sea perfecto en absoluto...

¿Y qué mejor para celebrar mi segundo aniversario en la casa que currando a destajo como una condenada? Desde que empezó el año el volumen de trabajo ha crecido exponencialmente pero ahora, con las elecciones a la vuelta de la esquina, la cosa se está desmadrando... Y lo peor es que es posible que al final no pueda pillarme el puente pese a haberlo pedido hace más de dos meses... He salido de la oficina a las siete pasadas, tras once horas sin haber parado ni un minuto y con un agotamiento brutal. Tanto que ahora, tras haber bajado a Chuchín, sólo tengo ganas de darme una ducha y meterme en la cama.

Si ya lo sabía yo. Cada vez que la euforia creativa se apodera de mí, ocurre algo que me obliga a alejarla hasta un momento mejor...
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 20:51:00   5 Berrido(s)
Frente a la pantalla en blanco
martes, 17 de abril de 2007
Tengo que escribir. Es un hecho. No me apetecería pasarme el mes de julio pegada al ordenador (uff, con el calorcito que da y más en esas fechas) como me pasó el año pasado. Así que he decidido aprovechar la coyuntura de que ahora tengo muy pocas distracciones y aún menos vida social para dedicar mis tardes a algo productivo, para variar.

Ayer llegué a casa totalmente decidida a enfrentarme a ese único párrafo que suponía el germen del desenlace de la dichosa trilogía y que las palabras comenzaran a multiplicarse debajo de él. Pero, claro, yo para escribir necesito una ambientación inspiradora. ¿Y qué hice? Pues ponerme a probar, uno por uno, los 28 dvd's de emepetreses en busca de canciones que me hicieran más llevadero el proceso creativo. Al final conseguí confeccionar una lista de 123 canciones y nueve horas y veintidós minutos de la que me cansaré en tres días pero que ayer me parecía tremendamente evocadora. Y claro, de escribir nada de nada.

Hoy he llegado con la misma motivación que ayer. He bajado a Chuchín, he hecho acopio de tabaco, me he preparado un café y me he sentado frente al ordenador. El resultado han sido cinco páginas (vaaaaleee, cuatro y media) y alguna que otra idea más clara. Y, mientras, he notado como resurgía esa adrenalina y euforia que tanto echaba de menos a la hora de darle a la tecla. A ver si la cosa sigue así y no me desinflo a la primera de cambio. Que ya me están haciendo propuestas lúdico-festivas para el puente que se avecina...
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 22:58:00   5 Berrido(s)
A veces...
lunes, 16 de abril de 2007
A veces la vida es una mierda...

A veces me gustaría decir muchas cosas pero siempre termino callándome...

A veces las cosas no son como tú esperas...

A veces pienso que no hago lo suficiente...

A veces creo que no puedo hacer más...

A veces pienso que estoy preparada para lo que venga...

A veces creo que no he aprendido nada en la vida...

A veces me pondría a gritar...

A veces te decepciona la persona de la que menos te lo esperas...

A veces me dan ganas de mandarlo todo a la mierda...

A veces daría todo lo que tengo por empezar de cero muy lejos de aquí...

A veces la vida es una mierda...

...menos mal que todo esto sólo ocurre a veces...

...y menos mal que aún sigo manteniendo la esperanza de que las cosas cambien. A mejor.
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 22:52:00   6 Berrido(s)
Lucha de titanes (y III. La despedida)
domingo, 15 de abril de 2007
Y llegó el domingo. Y MariPili volvía a tierras madrileñas. Y en tres días y medio no se ha conseguido que estos dos se hagan demasiado amigos. Pese a los intentos de ambos, la respiración asmática de Pepe ha sido un handicap en su relación. Qué lastima, MariPili, ya no podremos ser consuegras...

He aquí el momento de la despedida. Pepe se acerca a darle un beso a Chuchín pero este pone cara de pánico... Ayssss...

Momentazo captado gracias al ojo clínico de Coquí
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 23:08:00   3 Berrido(s)
Fotografías
sábado, 14 de abril de 2007
Tras una tarde de mucha conversación he acabado sacando algunas fotos antiguas. Es curioso el efecto que produce echar un vistazo al pasado en forma de foto. ¡Qué delgada estaba! ¡Y yo qué cachas, ahora mi brazo es la mitad de lo que fue! ¿Te acuerdas de este? Mira, esta... Lo que me hizo pasar... Exclamaciones de sorpresa, de nostalgia, de recuerdos que creías ya olvidados y que acuden a tu memoria para zumbar durante un rato frente a ti. ¿No tenías más fotos? Me parecía que tenías más... Sí pero algunas las tengo en una caja, guardadas, lejos de la vista... Ah, ya...

Pero creo que las voy a sacar de su encierro. Esta noche las veré. Porque ya no duelen, ya no molestan, sólo son reflejo de una etapa. No puedo negar mi pasado, no puedo negar que fui feliz también entonces. Pero aunque ese pasado me hirió, el tiempo me ha ayudado a curar las heridas. Y soy consciente de lo mucho que he aprendido y lo mucho que he cambiado desde entonces. Por eso no me importa ya mirarlas. Que no haya querido volver a las personas que salían junto a mí en ellas no significa que no las quisiera. Las quise mucho. Más de lo que me quisieron ellas a mí. Pero eso, ¿qué importancia puede tener ahora? Quizá sólo la que yo quiera darle. Y ahora para mí son sólo un recuerdo.

Editado a las 3.18: Ya las he visto. He sonreído. Me he reído. Me he visto más joven y más guapa. No he sentido nada especial al ver la imagen de esas personas. Ni siquiera al ver a esa persona. La única sensación al acabar de ver las, aproximadamente, 350 fotos que permanecían escondidas en una caja en el fondo del armario ha sido la certeza de que he vivido, he sido feliz, he querido y amado. Que fui feliz. Y en el disco duro de mi ordenador hay muchas (muchísimas, la era digital es lo que tiene) más fotos que certifican lo mismo. Que sigo viva. Que sigue habiendo momentos felices aunque también los haya malos. Es curioso como actúa el tiempo sobre las personas. Nunca del mismo modo pero sí de forma inevitable. Sólo espero que lo ya aprendido no se me olvide.

Creo que voy a tirar la caja y colocar esos álbumes en la estantería. Como testigos mudos de lo que ya quedó atrás...
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 22:26:00   4 Berrido(s)
Lucha de titanes (II)
viernes, 13 de abril de 2007
Primer día completo. Evidentemente, no les he dejado juntos y revueltos mientras yo me iba a trabajar. Pepe en el salón y Chuchín en mi cuarto. Cuando he llegado he encontrado menos destrozos de los que me esperaba. Sólo había desenchufado los cables de la tele y el dvd y había abierto una lata que era el envase de una cinta de vídeo de un Orgullo Gay muy, muy antiguo. Pero nada dañado.

Después me he atrevido a bajarles a la calle a los dos a la vez. Y he subido jurando como Escarlata O'Hara que ni una más Santo Tomás. Porque de tanto perseguirse casi no han hecho lo que tenían que hacer (usease, pipí y popó) pero en cambio se han divertido de lo lindo atándome las piernas con sus respectivas correas... Hemos sido todo un espectáculo, sin duda.

Lo intentamos. Los tres. Yo me pongo enmedio ejerciendo de mediadora. En el fondo Chuchín siente curiosidad por Pepe y Pepe quiere jugar con Chuchín. Pero esa respiración acojona a mi pequeñajo (porque mal rollo no hay, que no le he visto erizar el lomo ni una sola vez, que es lo que hace cuando un perro no le gusta). Lo seguiremos intentando...

P.D.: MariPili, tu querido Pepe ya ha aprendido a subirse al sofá él solito... Será que ya no le pesa el culo, como decías...

¡Ajajá! ¡Ahora soy yo quien te acorrala a ti!
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 23:00:00   3 Berrido(s)
Lucha de titanes
jueves, 12 de abril de 2007
A Chuchín le asusta Pepe. Hay que empezar a asumirlo. Sólo llevan una hora juntos y ya les he tenido que separar. Gracias al comment de Lavacamejor descubrimos que lo que pasa es que le asusta la respiración (y más aún en el estado de excitación que le produce ver a otro perro) porque, en el fondo, Chuchín le mira con curiosidad, como si quisiera jugar con él pero no se atreviera. Confío en que para mañana ya hayan asumido que tienen que estar juntos porque si no me espera un fin de semana de ladridos y gritos de ¡Pepe! ¡Chuchín! ¡Parad ya!¡Por los clavos de cristo, la madre del amor hermoso y toda la cofradía de la virgen de los dientes afilados!

Aysss,
MariPili, cuánto te vamos a echar de menos este fin de semana...

¡Uysss, qué dolor de cabeza se me está levantando...!

Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 21:27:00   7 Berrido(s)
Morder el polvo
miércoles, 11 de abril de 2007

Cuando te caes por las escaleras y aterrizas en el portal cuán larga eres intuyes que ese no va a ser un buen día. Sin embargo hay veces en las que hay que darse una buena hostia y morder el polvo para abrir los ojos. Era tanta mi sorpresa al ver el mundo a ras de suelo que apenas he sentido el dolor. Era raro. Me ha costado mucho reaccionar. Casi no podía creer que me hubiera caído de esa forma tan tonta. Por un momento me he sentido como si aún fuera una niña que tropieza y se cae y se llena las rodillas de heridas por hacer el ganso. Afortunadamente, nadie ha sido testigo de mi torpeza así que he dejado a la niña atrás, me he puesto en pie, me he recompuesto y he encaminado mis pasos hacia la boca del metro como cada mañana.

La caída no era más que el pistoletazo de salida de un día particularmente gris e introspectivo. En las últimas semanas hay un ambiente enrarecido en mi oficina, un mal rollo palpable que se ceba sobre todo en Amargada pero, lo sé, también en mí en cuanto les doy la espalda. Y no es victimismo en absoluto. Sé cuando soy objeto de críticas y por lo general ese hecho no me suele preocupar. Pero hoy me ha contrariado. Y me he ido con muy mal sabor de boca. Tanto que por primera vez en dos años he comenzado a plantearme muy seriamente buscar otro trabajo.

En lugar de irme a casa me he ido a la biblioteca a coger unos libros (recordemos mi precaria situación económica que me impide tomar la Fnac por asalto desde hace un par de meses). Creo que hacía más de año y medio que no la pisaba. A la que voy yo está en Chamberí, en una callejuela por detrás de Eloy Gonzalo. Y nada más salir por la boca de metro he sentido una garra retorciéndome el estómago y otras dos pinzando mis hombros…

Madrid para mí es como un gran escenario. Sus calles son el decorado de una película muy particular que llevo viendo veintiocho años. Cada calle, cada esquina, cada banco me trae recuerdos a la cabeza. No puedo evitarlo. Mi mente es visual, asociativa y connotativa. Y cada paso que daba a través de Eloy Gonzalo, cada mirada esquiva a un edificio, un comercio, un bar (incluso los nuevos me obligan a hacer memoria y recordar qué había antes en el mismo sitio) era un puñetazo en la mandíbula. Me han entrado ganas de llorar. Tampoco hubiera sido la primera vez que esa calle me viese llorar. Llorar por todo un poco y por nada en concreto. Por los momentos perdidos. Por un presente que empieza a ser yermo aunque no lo parezca. Por mí y por muchos. Por nada en realidad. Porque el pasado ya ha quedado atrás. Porque pese a lo que algunas personas creen soy optimista y vital y muy consciente tanto de lo que he aprendido en los últimos años como de lo que me queda por aprender. Porque soy flexible y sé adaptarme a los cambios. Porque trato de madurar y evolucionar. Aunque eche vistazos atrás con nostalgia desmedida. Eso es lo que me da fuerzas para continuar. Porque si he sobrevivido hasta ahora puedo seguir haciéndolo. Porque sé que hace falta morder el polvo una y mil veces para volver a levantarse y encarar la vida de pie y a rostro descubierto. Sin miedo.

Y ya en casa me he puesto a escuchar un viejo disco de The Lemonheads. Porque ahora me vuelvo a sentir como si tuviera quince años… It’s about time

Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 22:08:00   4 Berrido(s)
Cuando Chuchín encontró a Pepe
martes, 10 de abril de 2007
En su momento, unas nos erigimos como tías y otras como madrinas y nos lo tomamos muy en serio. Pero tanto estar con él casi me cuesta un disgusto en mi idílica relación con Chuchín Infernal (casi siete años, la más larga que he tenido). Ya había notado sus miradas de recelo y ofensa, su desconfianza al olisquearme con extremado celo cada vez que entraba en casa. Así que ya era el momento de que conociera al dueño de ese olor que él notaba en mi ropa. Era el momento de que Chuchín y Pepe se encontraran al fin y midieran sus fuerzas.

Recién salida del curro me planto en casa de MariPili. Minutos después iniciamos, junto con Pepe, el camino a mi casa. Al llegar frente a mi edificio, ellos se quedan en el parquecito (más conocido como el cacho tierra yerma que hay debajo de mi casa) mientras yo subo a por mi chiquitín. Él, sin sospechar nada, me recibe alborozado y da saltos cuando ve que nada más soltar el bolso agarro su correa. Como loco se tira escaleras abajo. Llegamos a la calle y comienza su ronda de meaditas. A unos diez metros, MariPili y Pepe nos esperan en un banco. Dirijo sutilmente a Chuchín hacia ellos. Chuchín mira a Pepe y se acerca poco a poco, con lentitud, sin saber muy bien qué clase de rival se encuentra frente a él. Pepe hace ademán de acercarse a él pero Chuchín hace un quiebro y se acerca a saludar a MariPili (él es así de cumplido). A partir de ahí, cámara de vídeo en mano para inmortalizar el encuentro, intentamos que se acerquen y se conozcan. Pero nuestro intento es vano porque asistimos atónitas a una inesperada transformación. Pepe, ese cachorro tranquilote que pasa de mano en mano alrededor de una mesa de cafetería sin quejarse, se convierte es un alocado perro sin resuello y al borde del ictus (as Rita says) por acercarse más a Chuchín. Este, en cambio, lejos de ser esa cosa saltarina, sociable y roba-sandwiches que suele ser, se vuelve tímido y receloso, huyendo de Pepe y buscando refugio entre los brazos (o las piernas) de su dueña.

Maaaaamaaaaa, mira lo que me está haciendo esteeee...

Durante un rato les observamos y les grabamos confiando en que se vayan calmando. Pero la situación no varía demasiado con el paso de los minutos así que optamos por subir a casa. Allí los perros dan rienda suelta a sus instintos más básicos, esto es ladrando como locos. Chuchín con su contundente Guau y Pepe con ese Arj, arj de cachorro en crecimiento. Se persiguen por todo el salón... Bueno, realmente es Pepe quien persigue a Chuchín incansablemente. Y descubre pronto lo complicado que le resulta a Pepe subirse al sofá dado su pequeño tamaño así que continuamente se sube a él para librarse del acoso. Sin embargo, haciendo gala de una asombrosa capacidad de superación personal, Pepe logra saltar al sofá varias veces, haciendo que Chuchín ponga patas en polvorosa en busca de una atalaya más segura (ha llegado incluso a subirse a la mesa) mientras MariPili y yo nos partíamos de risa y grabábamos en vídeo toda la jugada.

Arj, arj

Tras dejarles ladrarse, dejarles solos en el salón a ver qué hacían (callarse por completo hasta que MariPili y yo nos mirábamos pensando que ya empezaban a congeniar para, acto seguido, volver a ponerse a ladrar con renovadas fuerzas), dejarles juntos pero no revueltos mientras mirábamos cosas en el ordenador, al fin, tras todo eso, más o menos parecían soportarse. Incluso Chuchín se ha quedado mirando a Pepe con cierta pena cuando le ha visto marcharse en brazos de MariPili...

Si es que ya me vale. No tenía bastante con serle infiel a Chuchín que encima voy y meto a mi desliz en casa...

P.D.: Curioso, hoy es mi entrada número 100 en este blog...
P.D.2: Por cierto, MariPí, como el cariño que le tengo a Pepe no está reñido con otra clase de sentimientos, diré que te odio profundamente por haberme dejado en casa esas palmeras de chocolate... ¡He dicho!
P.D.3: Pronto habrá un vídeo del encuentro. Permanezcan atent@s a sus monitores.
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 22:13:00   6 Berrido(s)
Volver
lunes, 9 de abril de 2007
Se me ha hecho hasta raro volver a currar. Durante la primera hora me daba la sensación de que habían pasado mucho más de cuatro días. Luego me he vuelto a acostumbrar pero el día ha sido tan gris como el cielo que hoy nos ha acompañado en la ciudad. He vuelto a casa, ya vacía de invitados, y una parte de mí se ha sentido aliviada, casi contenta de reencontrarse consigo misma. Atrás han quedado estos días de copas, abrazos, risas, lágrimas, manchas de rimmel y canciones del SingStar. Anoche le decía a Pere que me daba la impresión de que este año había sido menos intenso que el pasado. Pero hoy me he dado cuenta de que no se trata de eso. El año pasado fue especial por una serie de circunstancias y este año lo ha sido por otras. La vida es así. Todo cambia, fluye, evoluciona pese a que algunas personas no lo hagan al mismo ritmo.

La tarde ha sido aún más gris. Fuera granizaba y diluviaba y yo me he tumbado en el sofá envuelta en una manta y con la calefacción a tope sin acabar de entrar en calor mientras veía la cuarta temporada de The L Word, ahora que ya he acabado de bajar todos los capítulos. Y qué curioso se me hacía comparar la ficción con la versión cañí de esa serie que se interpreta desde hace ya tiempo a mi alrededor. Supongo que es uno de mis defectos. Siempre estoy buscando similitudes y paralelismos para tratar de explicarme lo que no entiendo.

Lo único cierto es que este año ninguna canción se nos ha quedado prendida en la solapa. Será que ya cuesta mucho eso de estar Fascinado. Aunque me temo que yo sigo siendo igual de Idiota que siempre...
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 22:51:00   4 Berrido(s)
Y mañana otra vez a currar...
domingo, 8 de abril de 2007
Se acabaron los días de asueto y ahora tengo la mirada puesta en el bendito puente de mayo. Cinco días sin ir al curro (que no a currar) que estoy esperando desde ya como agua de mayo, aunque sea una reiteración.

Al final anoche la juerga no fue tan apoteósica como esperábamos. Ni siquiera llegué a cerrar el Antro Verde (hace ya mucho que no lo hago y me empieza a preocupar, debo estar en horas bajas). Pero en cambio sí que fui a desayunar al lugar de siempre. En esta ocasión sola. Me quedé atrapada en ese limbo de media hora en la que aún no abre el metro pero ya no hay búhos (y no soy tan ingenua como para pensar que encontraré un taxi libre). Así que impulsada por un hambre atroz que me asaltó a partir de las cinco de la mañana, encaminé mis pasos desde Chueca hasta Ópera en busca de un reparador y abundante desayuno.

Ya hoy, con el sol alto en el horizonte, amanecí gracias a un mensaje de Rusfi invitándome a tomar café por la tarde. Así que puse pie en tierra y descubrí que mis amigos ya se habían levantado y andaban tomando cañas por La Latina (y yo debía estar medio inconsciente durmiendo porque ni siquiera les había oído marcharse). Así que me visto y voy en su busca. Nos reencontramos los tres again. Pero la amiga de Pere queda con una amiga y se van a hablar a solas. Pere me acompaña a que coma algo. Luego vamos a tomar un cafetín a ese lugar al que nuuuuunca vamos. MariPili se nos une junto a Pepe. Pere se va a buscar a otro amigo suyo y desaparece. Llegan Rusfi, su chico y otra amiga. La amiga de Pere regresa con su amiga. La amiga de Rusfi sale un momento y vuelve con otra amiga. Gatazul también se nos une al cabo de un rato. Pepe va pasando de regazo en regazo como un perro-porro. Pere vuelve a aparecer para decirnos que está en otro local con su amigo. Rusfi y su chico se van. La amiga de Pere y su amiga se van a la vez que MariPili y de ese modo, sin cambiarme de mesa en ningún momento, acabo terminando la tarde con un grupo totalmente distinto al que tenía cuando empezó... Si es que no se puede ser tan sociable...

Feliz vuelta a la realidad!!!
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 23:51:00   2 Berrido(s)
Y se van acabando las vacaciones...
sábado, 7 de abril de 2007
Cuando me ponga a hacer la crónica de los últimos días me va a salir uno de mis post kilométricos. Y es que ahora mismo lo que pasó el miércoles me parece tan lejano como lo que sucedió hace un año. La juerga de anoche fue surrealista. Y esta noche pondremos el colofón. Primero fiestita en casa y luego de nuevo al Antro Verde (vamos, supongo, como le dije a Pere, tú sabes cuándo entras allí pero no cuando sales)... Y después quién sabe...

Ay, ay, ay, ¿qué pasará esta noche?
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 21:32:00   2 Berrido(s)
Fascinado
viernes, 6 de abril de 2007
Hace un año vino mi amigo Pere a pasar la Semana Santa a Madrid. Pasamos los cuatro días de fiesta continua, comiendo y cenando fuera, apurando las noches hasta el amanecer y más allá. Nos lo pasamos tan bien entre nosotros y con toda la gente que nos acompañó, que al fin de semana siguiente volvió para repetir. En las dos visitas no dejó de tararear una canción que yo no había escuchado de un grupo, Sidonie, cuyo nombre tan sólo conocía de oidas. Cada dos por tres soltaba Me tienes tan fa-fa-fa-fa-fascinado... y a mí me terminó por picar la curiosidad y me la bajé. Y pese a que no la escuchamos durante esos días, cada vez que la escucho no puedo evitar evocar aquellos días que aún hoy no puedo describir sin que me falten las palabras. Y dio la casualidad de que luego, la versión que hicieron Sidonie y Pereza fusionando Fascinado y Niña de papá también se me quedó anclada a muchos recuerdos. Es lo que tiene la música que es tan difícil de explicar. Tan sólo escuchando una canción puedes viajar en el tiempo y volver a sentir todas esas cosas que te hicieron feliz...

A ver cuál es la canción que se nos pega este año...

Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 21:27:00   2 Berrido(s)
Cosas que tiene el estar ociosa
jueves, 5 de abril de 2007
Menos mal que mañana vienen unos amigos míos de fuera a pasar unos días. Y digo menos mal porque si no vinieran dejaría que mi casa siguiera pareciendo una playa con los restos de un naufragio hasta quién sabe cuándo...

Primer día de vacaciones y ya estoy resacosa y cansada... Si es que parece que aún no he aprendido que a mí no se me puede dejar suelta por ahí...
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 23:13:00   3 Berrido(s)
Comienzan las vacaciones...
miércoles, 4 de abril de 2007
...y en breves momentos, tras una reparadora ducha y un leve maqueo, saldré por la puerta de mi casa para reunirme con todas esas personas aduladoras y complacientes cuyo cariño por mí les nubla el entendimiento y la razón y que yo prefiero definir simplemente como amig@s. Y más que vendrán de otros puntos de España a lo largo de los próximos días. También para dorarme la píldora y rebozarme las orejas, no cabe duda. Pero digo yo que para eso (y otras muchas cosas más) están los amigos. Que para joder la pava ya están los demás...

¡¡¡Nos vemos en los bares!!!
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 19:04:00   5 Berrido(s)
¡¡¡Que viva la polémica!!!
martes, 3 de abril de 2007

Cuánta razón tenía mi querida L’Avendetta cuando dijo aquello de “mi blog es mío y me lo follo cuando quiero”. Y es que a ver si entendemos de una vez que en la blogosfera existen reglas y normas que, por lo que se ve, nadie conoce. Una de ellas es el respeto (vamos, igualito que en la vida cotidiana) aunque está claro que no todo el mundo tiene el mismo concepto de respeto.

Lo que me resulta más significativo de esas críticas taaaaan constructivas que a veces nos encontramos en nuestros comentarios las personas que blogueamos es que ninguna vez, ni una sola, provienen de otra bloguera o bloguero. ¿Casualidad? Creo que no. Los blogueros dan la cara, aunque sea virtualmente, a través de un nick. Pero los blogs no sólo los lee gente que escribe uno sino también personas anónimas (a las que no se puede rebatir más que en el mismo lugar en el que se ha causado el revuelo) como La Tres, Mariposa y Yomisma que, quizá porque su talento es demasiado grande para compartirlo con el resto de personas que pululamos por la red, pretenden dar lecciones morales, estilísticas y de lo que se tercie a los autores de los blogs que la casualidad decide que visiten. Desde aquí invitaría a La Tres, aunque también a las otras dos muchachas, a que se abriera un blog y nos ilustrase con su sabiduría y su perfecta sintaxis. El movimiento se demuestra andando. Las críticas constructivas se hacen desde el respeto y el conocimiento y quizá para esta señorita la frase me repatean los lamentos no-razonables y que una supuesta escritora vuelque sus miserias en los confiados lectores rezume respeto y buenrollismo pero a mí me parece de una mala baba total. O de envidia. O de aburrimiento supino. No sé, lo que más rabia te de…

Siempre he creído que el deconstructivismo moral o artístico sólo es lícito si como contrapartida ofrece una alternativa, una opinión novedosa y hasta inteligente que aporte un nuevo punto de vista. La destrucción sin construcción es yerma, sin sentido y carente de interés porque sólo responde a un impulso negativo y, me repito, suele pertenecer a alguien con frustraciones latentes (amiga La Tres, a la etiqueta de autocompasiva le puedes añadir la de pedante. Yo soy así de versátil).

Otra cuestión es esa incapacidad de separar identidades. Pese a mi torpeza y mis cortas ideas, creo que en ninguna parte de este blog (salvo un banner que nunca me acuerdo de quitar pero que está al final de la página, donde casi nadie llega) no hay ninguna referencia a mi identidad literaria. Es decir, este no es el blog de Fulanita Pascual, la escritora sino que es el blog PERSONAL de Arrierita, una persona que, entre muchas otras cosas, es escritora. La escritora y la bloguera son identidades distintas aunque tengan un punto en común que soy yo. En muy raras ocasiones he utilizado el blog como mecanismo de promoción (de hecho la mayoría de la gente ha deducido mi identidad a base de pistas o porque directamente me ha escrito un mail preguntándomelo. Lo que ocurre es que con el tiempo, como es obvio, todo se termina sabiendo) pero tampoco tengo por qué ocultar esa faceta de mi vida. Por tanto en mi blog escribiré sobre lo que me apetezca en cada momento. Y aceptaré todo tipo de comentarios siempre que se hagan desde el respeto, no desde la superioridad moral disfrazada de sarcasmo o falsa humildad de la que ha hecho gala aquí nuestra amiga La Tres. Nunca he esperado que me rebocen los oídos ni que me digan lo que quiero oír. Si te parezco autocompasiva (que, por cierto, gran osadía por tu parte puesto que no me conoces) ofréceme opciones para dejar de serlo, no te limites a colgarme una etiqueta fácil.

Sigamos. De verdad que me encantaría que me señalaras cuáles son esos errores gramaticales que tanto cometo y que tanto te espantan. Eso sí que sería realmente constructivo y no sólo limitarte a decirme que los tengo con ese sarcasmo taaaaan cordial. Eso en cuanto a forma. En cuanto a fondo te diré que ni pretendo ser existencialista ni materialista ni espiritual. No pretendo ser nada más que lo que soy. Y no escribo un blog para hacer LITERATURA sino para contar lo que se me pasa por la cabeza día a día. De todas formas, poca literatura debes conocer para afirmar que la negatividad o la falta de esperanza son obviedades porque justamente esa literatura con mayúsculas que defiendes y reivindicas está llena a rebosar de autocompasión, tristeza, angustia y toda clase de sentimientos negativos porque, fíjate, son los que inspiran más para escribir, aunque eso sólo le suele pasar a la gente con sensibilidad.

Y aquí llega una de mis frases favoritas: Si quieres, incluso para mejorar tu calidad humana... (por cierto, después de los puntos suspensivos va un espacio, eso es lo mecanográficamente correcto) pero no para invitarnos a que nos suicidemos. ¿Para mejorar mi calidad humana? ¿PARA MEJORAR MI CALIDAD HUMANA? ¿Pero es que acaso me conoces para afirmar que debo mejorar mi calidad humana? ¿Y de verdad pretendes hacerme creer que todo lo que dices se basa en el respeto y la cordialidad? ¿Es que me has visto la cara para tomarme por gilipollas con tanta facilidad? ¿Voy yo a tu casa a decirte que seas más humana, más empática o que pienses las cosas antes de empezar a largar por esa boquita? En cuanto a la segunda frase… Me parece que el suicidio es un tema muy serio como para bromear sobre él y mucho menos decir que con lo que escribo estoy invitando a mis lectores a que lo practiquen. Aparte de que, sin duda, hasta ahora no lo he conseguido. A la vista está…

En cuanto a todas las personas que me ha defendido en los comentarios… Algunas me conocen y otras no pero todas han sido libres en todo momento de opinar lo que han querido. Quizá L’Avendetta ha sido brusca en sus comentarios pero ya sabemos que cuando saca la metralleta es muy guerrera… Sin embargo no creo que el cariño que me tiene le nuble el entendimiento. Te aseguro que cuando me tiene que dar caña y decirme mis fallos lo hace sin dudar y sin que ese cariño le nuble absolutamente nada. Y en última instancia, ella está en ese reducido grupo de personas (mis amigos y conocidos, en resumidas cuentas, mi gente) que no sólo tiene el derecho de criticarme sino que además sabe cómo hacerlo.

No quisiera acabar este post de hoy sin daros las gracias. Sí, gracias, gracias y mil gracias. Gracias porque aunque escribiendo esto me he saltado mis propias reglas de no darle coba a los incómodos trolls (siempre he pensado que no darles importancia es la única forma de que desaparezcan) me he divertido tanto viendo hasta donde es capaz de llegar la estupidez humana que ha merecido la pena (no sé si sabías que la polémica o esas críticas tan constructivas son la mejor publicidad que hay). Gracias porque habéis sido vosotras las que me habéis colocado a mí en una posición de superioridad esperando que por el mero hecho de ser escritora o tener un blog más o menos conocido, debo erigirme en adalid de algo (y olvidando, de paso, que no dejo de ser una simple persona como cualquiera) y de ese modo me estáis dando más importancia de la que a menudo me suelo conceder yo misma. Gracias porque estas polémicas siempre ayudan a darle vidilla al blog y suben tanto las visitas como los comentarios. Gracias porque siempre he pensado que el hecho de tener detractores es señal de que haces las cosas bien. Si todo el mundo estuviera de acuerdo conmigo o me alabara sin más sentiría que algo falla. Sin embargo vuestra oposición me legitima más que las opiniones favorables (y que nadie se mosquee que también me encanta recibir de esas). Así que no puedo acabar este post más que diciendo gracias, gracias y gracias nuevamente. Ahora sí estoy segura de estar haciendo bien las cosas… ;-)

Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 22:41:00   18 Berrido(s)
Extra y ordinaria
lunes, 2 de abril de 2007
Si hay algo que me gusta de las historias basadas en hechos reales es la capacidad del relato escrito (o audiovisual, tanto da) de ser personal y subjetivo y de ese modo transformar lo ordinario y cotidiano en extraordinario y especial. De darle un sentido a lo que no lo tiene. De convertir lo casual en algo significativo. Porque en la vida real lo que crees importante termina siéndolo mucho menos en cuanto el tiempo sepulta los recuerdos. Pero cuando alguien sabe captar el momento, el valor de su recuerdo se multiplica.

Y yo seré muy drama queen (y a mucha honra, faltaría más) y autocompasiva (que a veces no viene mal, sobre todo en un mundo tan cruel, qué mejor apoyo que el de una misma) pero cuando miro hacia atrás sé que he vivido y que ha habido momentos en los que he sido feliz. Y las críticas con mala baba sólo me producen una risa compasiva (sin el auto) porque generalmente vienen de personas que no saben expresar sus frustraciones de otro modo.

Qué bien, un par de madrugones más y llegan las vacaciones...
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 23:40:00   16 Berrido(s)
¿Es de verdad distinto?
domingo, 1 de abril de 2007

Tras 84 capítulos de Sexo en Nueva York (tan sólo me faltan 10 y dos extras) no puedo negar que en los últimos días sufro de lo que yo denominaría Síndrome de Carrie Bradshaw. Este síndrome me está llevando a analizar mi currículum sentimental de principio a fin. Y, lo que es peor, a escribir sobre ello. Pero aún hay algo más terrible. Y es que, por si no tuviera poco, me he dedicado durante los dos últimos días a releer viejas cartas a y de mis ex.

Cuando lees un documento de word de 24 páginas (¡Veinticuatro!) dirigido a tu ex en el que le explicas la relación como si ella no hubiera estado allí (en serio que en aquél momento lo pensaba) no sólo no puedes evitar carcajearte y poner cara de sorpresa ante cosas que habías olvidado por completo y que, aunque dolorosas en su momento, ahora te hacen troncharte sino que te llegas a plantear si no te saldría más rentable enviarlo a un certamen de relatos cortos. Cuento de género epistolar acerca del desamor. Nivel de autoestima: bajo cero. Nivel de rebajamiento: Incalculablemente alto. Utilidad del experimento: Nula.

Qué poco nos creemos, en plena ruptura, aquello de no te merecía o lo de un día te reirás de ello. ¿Cómo coño te vas a reír de algo que te está rompiendo por dentro? Pues sí, te ríes. Te carcajeas incluso. Pasan los años, da igual cuántos, y un buen día investigando entre los documentos del disco duro te topas con una carpeta que se llama EX (una que es así de original) y dentro otras tantas carpetas con los nombres de las susodichas y la fecha de ruptura (una que es así de ordenada) y lees lo que escribiste (porque ellas suelen escribir más bien poco) y te ríes de tu ironía y mala leche, de tu forma de decirles lo que pensabas sin ser insultante pero sí hiriente. Te ríes de ello y sí, descubres que ninguna te merecía. Y ya no sólo ex novias sino también ex amigas. Porque aparte de luchar por mis parejas, también he luchado por mis amigas. Y, desde luego, para lo que lo valoraron más me valdría haberme quedado mano sobre mano en lugar de perder mi tiempo con mails y llamadas telefónicas que nunca fueron contestadas. Pero sé que nunca aprenderé y que seguiré luchando por aquello en lo que creo hasta que no me quede más remedio que aceptar mi derrota.

Casualmente este fin de semana me ha traído a la memoria el mismo fin de semana de hace seis años. Y digo el mismo porque era exactamente el mismo: viernes 30, sábado 31 y domingo 1. El viernes 30 me dejaron en una mesa del Café Comercial y, tras llamar a JM y Rys, me emborraché con ellos, que tampoco andaban muy bien, para calmar el dolor. El resto de la noche del viernes y el sábado 31 no los recuerdo (de hecho si he recordado algo más ha sido por lo que he leído ahora) y el domingo 1 amanecí llorando sola en mi cama y felicitando a mi madre por su cumpleaños con los ojos anegados en lágrimas. Las dos horas siguientes las pasamos analizando las causas de la ruptura como si hubiéramos salido de un mal telefilm de sobremesa o de una novelita de Marian Keyes.

Y ahora, tras tragarme casi por entero una serie “hetero” (y quiero darle todo el énfasis posible a las comillas), no hago más que pensar que qué importará ser hombre, mujer, gay, lesbiana o hetero si todo siempre se reduce a lo mismo y al fin y al cabo todas las relaciones no dejan de ser iguales: dos mundos contrapuestos tratando de entender las razones y motivos del otro. Durante 84 capítulos (y no creo que la cosa cambie en los diez restantes) he visto reflejadas situaciones que o bien me han ocurrido a mí o bien a gente que conozco. Las mismas situaciones, las mismas reacciones, las mismas conclusiones. A veces he llegado a pensar que la única diferencia estaría entre hombres y mujeres que, independientemente de su orientación sexual, se comportan de acuerdo con su género. Pero tampoco. Todos somos personas y todos sentimos la misma desorientación.

Lo curioso de las relaciones es que en rara ocasión aprendes algo de ellas. Crees que lo haces pero ese aprendizaje en realidad no es más que miedo y en lugar de enseñarte algo siempre termina por lastrarte. No aprendes a ver el peligro, no aprendes a ver que una persona no es buena para ti y acabará destrozándote. Y en el fondo tampoco llegas a conocer a la persona con la que estás. En todo caso, al finalizar la relación, si hay alguien a quien hayas podido conocer un poco más es a ti misma. Aunque esto tampoco le pasa a todo el mundo porque hay gente que le da más pavor mirar hacia dentro que el que le produce perder a alguien o a quedarse sola.

Y yo a la única conclusión a la que puedo llegar es que igual que la vida es una batalla perdida de antemano, las relaciones lo son también. Pero no sólo las de pareja. Cualquier relación. Las de amistad, las de la familia o, incluso, con la gente del trabajo. Todas son relaciones con distintos significados dentro de nuestra vida. Y todas son importantes. Y deberían serlo más por lo que tenemos en el presente que por las promesas de futuro o la nostalgia que nos traiga el pasado a la memoria.

Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 21:46:00   16 Berrido(s)
¿Quién soy?

Me llaman:Arrierita
Vivo en: Madrid, Spain
Y digo yo...: Acercándome peligrosamente a los treinta he desistido de encontrar a alguien en sus cabales. Me aburre que me digan lo maja que soy y lo mucho que merezco la pena personas que después salen corriendo como si se hubieran dejado la comida en el fuego. Me aburre la gente que va de legal por la vida pero nunca es consecuente con sus actos. Me aburre salir a la calle y cruzarme con tanta gente a la que no quiero saludar. De lo que no me aburro nunca es de tener a mi lado a tantas personas que me hacen sonreír cada día. A todos los demás... ¡Arrieritos somos... y en el camino nos encontraremos!
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