Creo que si sigo con este ritmo de comidas... ¡ejem! laborales voy a acabar aborreciendo todo alimentos que me pongan delante de la jeta... ¡¡¡Madre de dios, que jartá...!!!!
Al acabar de comer el Potentado se ha recostado en la pared con cara de felicidad. Yo, sentada frente a él, he hecho lo mismo, achispada y somnolienta por el vino.
-Esto es vida. Buen vino y mujeres guapas, eso es lo único que me hace falta...-ha sentenciado.
¡¡¡Jops!!! Mucho me temo que tenemos en común más de lo que me gustaría...
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jajajajjajaj joder menudo plan con ese tio xDDD al menos por primera vez en la historia un hombre y una mujer coinciden en esos temas. BESITOOOOS!