Quedan cinco días para que se vayan los energúmenos que tantos quebraderos de cabeza me han creado. Mi madre acaba de llegar para acompañarme durante ese tiempo y para que la semana que viene pueda ir a trabajar sin sentirme intranquila por lo que me pueda encontrar al volver.
Pero estoy tremendamente nerviosa. Se me sale el corazón por la boca. No puedo probar bocado. Jamás pensé que estas cosas me afectarían tanto... |
Mucho ánimo, que ya queda poco.