Primer día completo. Evidentemente, no les he dejado juntos y revueltos mientras yo me iba a trabajar. Pepe en el salón y Chuchín en mi cuarto. Cuando he llegado he encontrado menos destrozos de los que me esperaba. Sólo había desenchufado los cables de la tele y el dvd y había abierto una lata que era el envase de una cinta de vídeo de un Orgullo Gay muy, muy antiguo. Pero nada dañado.
Después me he atrevido a bajarles a la calle a los dos a la vez. Y he subido jurando como Escarlata O'Hara que ni una más Santo Tomás. Porque de tanto perseguirse casi no han hecho lo que tenían que hacer (usease, pipí y popó) pero en cambio se han divertido de lo lindo atándome las piernas con sus respectivas correas... Hemos sido todo un espectáculo, sin duda.
Lo intentamos. Los tres. Yo me pongo enmedio ejerciendo de mediadora. En el fondo Chuchín siente curiosidad por Pepe y Pepe quiere jugar con Chuchín. Pero esa respiración acojona a mi pequeñajo (porque mal rollo no hay, que no le he visto erizar el lomo ni una sola vez, que es lo que hace cuando un perro no le gusta). Lo seguiremos intentando...
P.D.: MariPili, tu querido Pepe ya ha aprendido a subirse al sofá él solito... Será que ya no le pesa el culo, como decías...
¡Ajajá! ¡Ahora soy yo quien te acorrala a ti! |
¡pero qué puntazo son estos dos! jajajaja. qué bueno, arriera... :-)