Llego a la oficina. Supermamá está encendiendo mi ordenador (a veces lo hace, no es nada extraño). Jefa me llama la atención y se señala la muñeca. Yo miro el reloj y veo que son las ocho y cuarto. Asiento, me siento y comienzo a trabajar. Al poco llegan La Pija y Ricitos. A ellas no les dice ni pío. Frunzo el ceño y al pasar la hoja de mi calendario de mesa veo que hoy es 18 de abril, San Perfecto, y que hoy se cumplen dos años de mi incorporación a está empresa con membrete que reza Fundada en... ¿Será por eso que es el trabajo que más tiempo me está durando? ¿Porque comencé en San Perfecto? Mira que lo dudo porque ahora no siento que sea perfecto en absoluto...
¿Y qué mejor para celebrar mi segundo aniversario en la casa que currando a destajo como una condenada? Desde que empezó el año el volumen de trabajo ha crecido exponencialmente pero ahora, con las elecciones a la vuelta de la esquina, la cosa se está desmadrando... Y lo peor es que es posible que al final no pueda pillarme el puente pese a haberlo pedido hace más de dos meses... He salido de la oficina a las siete pasadas, tras once horas sin haber parado ni un minuto y con un agotamiento brutal. Tanto que ahora, tras haber bajado a Chuchín, sólo tengo ganas de darme una ducha y meterme en la cama.
Si ya lo sabía yo. Cada vez que la euforia creativa se apodera de mí, ocurre algo que me obliga a alejarla hasta un momento mejor...
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vaya... pues vamos a tener que hablar con tu empresa para que te pongan una buena tarta con velitas y te den el dia libre hombre ya!! jajajaj, qué menos no??
ánimo ánimo que el puente se acerca