Llevo diez años asistiendo a manifestaciones. Y por mucho que reniegue de una fiestas meramente mercantiles que han venido creciendo exponencialmente con el paso del tiempo, el momento de asistir al acto principal (la "excusa" y, a la vez, motor de la fiesta) que es la manifestación del sábado, me sigo emocionando. Me sigo emocionando también con las machacadas y recurrentes arengas de siempre lanzadas desde los diversos escenarios. Quizá porque mi parte idealista se sigue removiendo y creo que no está todo conseguido todavía.
L'Avendetta lo explica mucho mejor que yo aquí. Pero no por manido resulta menos necesario seguir proclamándolo: Ningún heterosexual ha tenido nunca que pedir perdón por ser ni por estar. E incluso el día en que la igualdad total sea un hecho (y permitidme que sea pesimista pero creo que eso no lo verán mis ojos) se debería seguir reivindicando el 28 de junio por la simple cuestión de ejercitar la memoria histórica. Aunque se deba vivir en el presente mirando al futuro, lo que no se debe de hacer es olvidar el camino recorrido, todo lo que ha sucedido hasta llegar al momento actual y, mucho menos, la gente que se ha quedado atrás, la que luchó por una dignidad (adaptación más ajustada de la palabra pride) que le era negada sistemáticamente. Por ello creo que estas fiestas no deberían desaparecer nunca.
¿Acaso desaparecen otras tradiciones que, miradas desde otro prisma, son igualmente subjetivas? ¿Alguien se plantea que desaparezca la Semana Santa, la Navidad, el Dos de Mayo, San Isidro, La Paloma o Acción de Gracias en Yanquilandia (una fiesta nacional que no deja de ser la conmemoración de un hecho)? El colectivo gay ha sido el único grupo de personas capaz de crear, en pleno siglo XX, una tradición y un -¿por qué no?- folklore con argumentación sólida y un sentido real sin necesidad de basarlo en la religión o el patriotismo. No tiene por qué desaparecer. No debe desaparecer ni aún consiguiendo lo que todavía se sigue reivindicando pese a que parece no escucharse con el ruido de la música y los gritos ensordecedores de tanta gente entregada a lo frívolo y festivo.
Cada uno reivindica como quiere. Reinvidicar significa mostrarse tal como somos cada uno, sin máscaras ni subterfugios. Salir en paños menores y bailando sobre una carroza es tan legítimo como hacerlo vestido de calle y con una pancarta en la mano. Es formal porque es la forma que elige cada un@ de ser y mostrarse ante los demás. Y a los que dicen que ni siquiera todos los homosexuales están de acuerdo con la celebración del Orgullo les diré que por supuesto. Y que eso es bueno y no viene a demostrar más que algo lógico. No todos los heterosexuales piensan igual por tanto no todos los gays, lesbianas, transexuales y bisexuales pensamos del mismo modo. Porque somos diversos y heterogéneos, puede que más que los propios heterosexuales, que suelen vivir encorsetados por el convencionalismo y lo "supuestamente correcto". Siempre he dicho que la verdadera revolución sexual aún está por llegar y debería hacerlo de la mano de los hombres blancos heterosexuales que son los que, pese a dominar, conquistar, colonizar, esclavizar, hacer y deshacer nunca serán verdaderamente libres siguiendo el mismo camino que han ido trazando a lo largo de la historia.
Y a los gays y lesbianas que siguen despreciando o viendo con malos ojos las plumas, los afeminamientos, los travestis, las drag queens y todo eso que a sus ojos les parece o les ha parecido un lastre para los avances en materia de igualdad habría que recordarles que fueron precisamente transexuales y travestis los que iniciaron, hoy hace 38 años, las revueltas de Stonewall, los que dieron la cara porque no podían esconderse porque en su forma de vivir tal como eran tenían, por fuerza, que mostrarse. Hace 38 años se inició el movimiento gay moderno. Hoy creemos que lo hemos conseguido todo pero no es así. Aún queda mucho por hacer. Mucho.
Y, ojalá, si algún día podemos decir (nosotros o nuestros hijos o nuestros nietos) que se ha alcanzado todo lo que se pedía, se siga celebrando el 28 de junio como una fecha festiva, de celebración histórica, de recuerdo de aquellos que no pudieron vivir su vida tal y como hubieran debido y hacerlo desde la tranquilidad y la satisfacción de saber que el tiempo hizo justicia. Ojalá...
¡Feliz día del Orgullo a tod@s!
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 20:01:00
Me río yo de los que piensan que ya está todo hecho... por dior, ojalá eso fuera cierto, ojalá no hubiera tantas injusticias contra las que luchar, ojalá no hubiera tanta discriminación encubierta, tantos estereotipos disfrazados, tanta falsedad, tantas dobles morales y tanta manipulación mediática.
La gente piensa que porque en este momento no sea políticamente correcto pegarnos (en España, claro, de otros países ni hablemos) (y hasta cierto punto, claro, que todos sabemos que lo que está bien o está mal varía muchísimo en función del dinero que haya sobre la mesa) ya está todo hecho. No saben que hay muchas formas de dar bofetadas sin necesidad de utilizar las manos. Bueno, sí lo saben, pero prefieren hacerse los suecos.
Me llaman:Arrierita Vivo en: Madrid, Spain Y digo yo...: Acercándome peligrosamente a los treinta he desistido de encontrar a alguien en sus cabales. Me aburre que me digan lo maja que soy y lo mucho que merezco la pena personas que después salen corriendo como si se hubieran dejado la comida en el fuego. Me aburre la gente que va de legal por la vida pero nunca es consecuente con sus actos. Me aburre salir a la calle y cruzarme con tanta gente a la que no quiero saludar. De lo que no me aburro nunca es de tener a mi lado a tantas personas que me hacen sonreír cada día. A todos los demás... ¡Arrieritos somos... y en el camino nos encontraremos!
te quiero, chiquilla. por todo, y por cosas como esta también.
¡feliz 28-J!