Hoy escribo la entrada número 200 de la versión 2.0 de Arrieritos somos... Y lo hago sin saber muy bien qué decir. Que llevo varios días -o semanas- escribiendo una sarta de chorradas mucho más chorras de lo que suele ser mi media habitual es algo que no puedo negar. El calor me fríe las pocas neuronas que me quedan todavía (un poco maltrechas, eso sí). Y eso que este verano todavía no está siendo demasiado caluroso (en serio, si Jefa apenas pone el aire acondicionado es que no hace mucho calor).
200 post de esta nueva etapa y definitivamente he perdido el tono que había creado en el anterior blog. Apenas hay post hiperextralargos de esos que tod@s leíais en diagonal. Apenas cuento las cosas que hago. Apenas cuento nada. Aunque siga hablando de mis cosas cotidianas me he vuelto mucho más críptica y reservada que antes. Me obligo a escribir a diario porque esa fue una de las principales razones que me hizo abrir un blog. Retomar el hábito de la escritura. Algo que he ido perdiendo paulatinamente al tiempo que se me empezaba a considerar "oficialmente" escritora (y a mí que siempre me ha hecho gracia esa estúpida distinción... No creo que alguien sea más escritor que otro sólo por el hecho de publicar sus obras).
No sé qué camino seguiré para los próximos 200 post (si es que llego a escribirlos). Ya veremos qué pasa. El tiempo lo dice todo y pone todo en su sitio...
Yo, por mi parte, creo que necesito unas vacaciones (de las de verdad, no del blog, que nadie se me confunda). Estoy mental y emocionalmente agotada. Desganada. Angustiada. Preocupada. Y con ansiedad. Ojalá me pasara como a Chuchín y que un simple corte de pelo me hiciera estar más alegre y feliz...
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Felicidades por los 200 post.
Todo el mundo tiene etapas y tú estás pasando por una de transición, espera un poquito, céntrate en cosas importantes, aleja los malos "espíritus" de tu cabeza y ya verás como todo cambia. Y sí, coge unas pequeñas vacaciones que siempe vienen bien. Te lo digo yo que ya estoy planeando las próximas.