Aunque mi ánimo sigue sin ser para tirar cohetes, toca sentarse a reflexionar y establecer prioridades.
Prioridad 1: Acabar la novela. Y, vamos, tendría que ser lo único en lo que debería pensar de aquí al 20 de agosto.
Prioridad 2: Preparar, rodar y montar (bueno, esto lo hará MariPili, que se le da mucho mejor que a mí... aunque yo opinaré, faltaría plus) el vídeo que tenemos pensado. Para ello os invito a leer el llamamiento de la derecha. Y aviso que, hasta el 7 de septiembre, voy a dar mucho el coñazo con eso.
Prioridad 3: Confirmado. El 30 de septiembre se me acaba el curro. Existe la posibilidad de que la empresa a la que van a derivar nuestras funciones nos contrate. Puntos a favor de que eso ocurra: trabajaría al lado de otra bloguera. Puntos en contra: Todos los demás (está donde Cristo perdió el gorro, no se sabe nada de las condiciones y hay algo que me da mala espina).
Prioridad 4: En caso de no optar por la prioridad 3 tendría que decidir si busco otro trabajo o me dedico a vivir de las arcas del estado durante un año. De hacer esto último me vendría bien para escribir, ir al gimnasio (sí, lo sé, ooootra vez), cuidarme e ir mirando por qué camino tirar. Pero también me supondría tener que volver a compartir piso (¡¡¡¡Aaaarrrrrggggggg!!!!). De todos modos, el buscar y encontrar otro trabajo tampoco es garantía de que el sueldo sea suficiente para seguir viviendo solita...
Prioridad 5: Cumplir todo lo anterior sin atisbo de duda, pereza o vagancia...
Menos mal que cuando me pasan este tipo de cosas inesperadas yo no soy de las que se escuda diciendo eso de "no estoy preparada"... (porque tengo tan poca vergüenza que cuando no hago algo es porque no me da la gana, ¡ja!).
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Me he muerto cuando he visto que estás leyendo "el último catón"... es uno de mis libros preferidos!
Animo, y suerte con la novela.