Por fin se acaba agosto y casi se podría decir que se acaba el verano si tenemos en cuenta que desde hace varios días las chaquetas han vuelto a salir del armario junto a mantitas y colchas para aliviar la rasca nocturna y mañanera.
En mi caso particular, me siento aliviada de dejar atrás una época vacía. Vacía porque durante el periodo estival la gente abandona las rutinas, sus ciudades, sus costumbres y los que nos quedamos en el mismo sitio de siempre vagamos por las calles esperando que todo vuelva a la normalidad. Pero también me causa desasosiego. Porque en cuanto el reloj marque la medianoche y septiembre inicie su andadura también dará comienzo una particular cuenta atrás, iniciando los últimos treinta días de una etapa de mi vida.
Dentro de treinta días finalizaré mi vinculación con el trabajo que más tiempo me ha durado para lanzarme de cabeza a un sueño y a una incertidumbre. Pasaré los siguientes sumida en un limbo, preparándome para poder acometer mi sueño con las mejores armas (¡Mecachis! Acabo de darme cuenta de que he hablado de preparación cuando no hace mucho tuve que defender a capa y espada que nunca se estaba preparada para nada porque las cosas suceden sin más y utilizar la excusa de no estar preparado para algo era sólo una forma de disfrazar la cobardía. En fin...). Tras esos meses de preparación la incertidumbre será aún mayor pero estoy decidida a conseguir que mis planes salgan como yo espero.
En octubre tendré vacaciones (o pseudovacaciones) durante quince días. No tendré jefes ni horarios que cumplir aunque sí muchas responsabilidades y cosas por planificar. Sobra decir que a veces me entra miedo. A no poder con ello, a ver que no puedo solventar las cuestiones económicas, a que mi empeño y mi esfuerzo sean en vano y parezca que me he dejado llevar por un simple capricho. Pero sé que si no lo hago ahora ya no tendré la oportunidad. Por una vez han coincidido todos los factores de un modo favorable. Así que me tiraré de cabeza a la piscina. Que ya va siendo hora.
Hoy es el Blog Day pero parece que nadie ha hablado de ello. Mucho me temo que la pasión por los blogs está decreciendo. A mí al menos no me emocionan ni me apasionan como antes. Si sigo aquí es porque en el fondo soy una cabezona...
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 22:49:00
Me llaman:Arrierita Vivo en: Madrid, Spain Y digo yo...: Acercándome peligrosamente a los treinta he desistido de encontrar a alguien en sus cabales. Me aburre que me digan lo maja que soy y lo mucho que merezco la pena personas que después salen corriendo como si se hubieran dejado la comida en el fuego. Me aburre la gente que va de legal por la vida pero nunca es consecuente con sus actos. Me aburre salir a la calle y cruzarme con tanta gente a la que no quiero saludar. De lo que no me aburro nunca es de tener a mi lado a tantas personas que me hacen sonreír cada día. A todos los demás... ¡Arrieritos somos... y en el camino nos encontraremos!
Tranquila Arriera... desde mi casa... todas te apoyamos!!!