Sí, estoy agotada. Física y emocionalmente. Tras una semana repleta de eventos públicos y privados. De situaciones surrealistas, incómodas, agradables o desconcertantes. Mi cabeza no puede más. Y mi cuerpo se resiente.
Noches de cañas y tanteos que me dejaron más perdida de lo que ya estaba. Viajes relámpago por motivos profesionales. Visitas y eventos familiares. Cansancio extremo. Tanto que el sábado me levanté a las dos de la tarde y a las diez de la noche volvía a estar en la cama con un sueño atroz.
Y hoy ha habido un punto y final. O al menos eso creo yo. Porque ya estoy harta de aguantar las gilipolleces de la gente. Estoy harta de que lo único que importe sean los sentimientos de los demás y no los míos. Supongo que me he vuelto un poco hija de puta. No en vano, hoy me lo acaba de llamar la persona que menos derecho tiene de hacerlo, aunque me diga que sí que lo tiene. Pero, ¿qué queréis que os diga? Si ser hija de puta es empezar a pensar en mi bienestar personal, prefiero serlo a seguir siendo la gilipollas a la que se puede pisotear.
Esta taberna me la encontré en mi paseo del jueves por Valladolid. ¿Y si montase yo un bar que se llamase La Arrierita? Bah, seguro que fracasaría...
Si queréis la crónica de la presentación pucelana, pinchad aquí y os enterareis de todo.
Se le pasó por la cabeza a Arrierita a las 21:51:00
Ey Arrierita, yo monto contigo ese bar, que seguro que conmigo no sería un fracaso... ;) Aunque yo prefiero algo más cool que una tasca, mejor una discoteca de élite, ok? Feliz semana santa. Recuerda resucitar al tercer día.
La maldad sólo lleva a la maldad. Be water my friend!. No merece la pena ser mala gente, al final la que más sufrirás serás tú. Y vaya que mala suerte ahora que voy para Madrid, te vuelves cruel... ya no me gustaría conocerte buah!
Me llaman:Arrierita Vivo en: Madrid, Spain Y digo yo...: Acercándome peligrosamente a los treinta he desistido de encontrar a alguien en sus cabales. Me aburre que me digan lo maja que soy y lo mucho que merezco la pena personas que después salen corriendo como si se hubieran dejado la comida en el fuego. Me aburre la gente que va de legal por la vida pero nunca es consecuente con sus actos. Me aburre salir a la calle y cruzarme con tanta gente a la que no quiero saludar. De lo que no me aburro nunca es de tener a mi lado a tantas personas que me hacen sonreír cada día. A todos los demás... ¡Arrieritos somos... y en el camino nos encontraremos!
Ey Arrierita, yo monto contigo ese bar, que seguro que conmigo no sería un fracaso... ;) Aunque yo prefiero algo más cool que una tasca, mejor una discoteca de élite, ok?
Feliz semana santa. Recuerda resucitar al tercer día.