Los antibióticos actúan en mi cuerpo como un puñetazo en la mandíbula. Me tumban. Hoy he llamado a la oficina para decirles que no contaran conmigo. Aún así les he tenido que dar instrucciones sobre mi trabajo y todavía me han tenido que volver a llamar para preguntarme más cosas. Mientras tanto yo me revolvía entre las sábanas alojando en el estómago una angustia tremenda.
He pasado el día como un zombi. Mal durmiendo durante toda la mañana porque no tenía fuerzas para levantarme. Vegetando en el sofá viendo la segunda temporada de Prison Break por la tarde. Atiborrándome de ibuprofeno para que se me fuera el mal cuerpo. Odio estar enferma.
Porque además, conociéndome, hay algo que me preocupa. Se lo decía a la Lincesa por teléfono. Y ella se asusta. Porque sabe que cuando me pongo mala (y si el malestar conlleva angustia y ansiedad) es que algo va a pasar. A ella le preocupa mi psicosomatización. A mí me aterra.
Intuyo que algo va a pasar. No sé qué es. Pero espero equivocarme.
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esperemos que si pasa algo sea algo bueno.
que te recuperes pronto!!