El martes me enteré que hoy firmaba en la Feria del Libro. Me habían asignado otro día (que sigue en pie, de todas formas) y, sorpresivamente, me dieron otro. Así que tras salir de trabajar, a casa corriendo, un duchazo rápido y corriendo again al Retiro a darme da narices (y nunca mejor dicho) con las gramíneas y demás pólenes que me harían estornudar durante mi estancia allí.
Y como no podía ser de otra forma en alguien que parece una mezcla entre Mr. Bean y el Pato Donald se me ha hecho tarde, me he topado con el puntual e impertérrito atascazo de las siete de la tarde de la calle O'Donnell y, cuando por fin he llegado al Retiro, me he recorrido el paseo enterito porque, cumpliendo alguna de las innumerables leyes de Murphy, mi caseta estaba justamente en la otra punta.
La tarde ha sido tranquilita. Un par de visitas anunciadas y otro par algo más inesperadas (al final el llamamiento blogueril ha surtido efecto y he podido poner cara a dos comentaristas de esta página) y otra francamente indeseada. He firmado algunos libros, he charlado y al final he salido de la caseta a las nueve y media y me he ido con mi amiga S. a cenar por Chueca... Primer round superado. Próxima cita: sábado 9 de junio de 11 a 14 horas.
Y mañana viernes... Ainss... (ese ainss dedicado para los que saben de qué va la historia)
(Y no puedo escribir más sin ser incoherente porque me caigo de zueño.... ZzzzZzzzZ...)
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No puedo soportar perdérmelo, joooo. Que la firma del año pasado no duró ni un día, y eso que era tinta indeleble...
La próxima la quiero en henna por lo menos.
Besillos!!