Hoy tocaba consulta con el veterinario. El pinchacito anual de Chuchín es siempre por estas fechas y, de paso, quería aprovechar para pedir cita y que me lo pelen un poquito, que esta espeluchando cosa fina y me tiene la casa llenita de pelos. Pero además quería ir porque el otro día pasó una cosa que me tenía preocupadilla. El domingo por la noche, mientras la Lincesa, Paper y yo veíamos una peli y descansábamos del ajetreo de los días precedentes a Chuchín pareció darle una especie de ataque.
Estaba tumbado entre Paper y yo cuando de repente empezó a hacer algo con la pata. Le miré a ver qué estaba haciendo y vi que intentaba levantarse y no podía. A continuación le puse en el suelo y no se sostenía en pie. Las patitas delanteras las tenía rígidas y las tenía cruzadas una sobre otra. No gemía ni nada pero me miraba con esos ojillos indefensos que los perros tienen. Me asusté un montón. Todos nos asustamos. A mí se me saltaban las lágrimas y le abrazaba y le sostenía para que se mantuviera sentado. La Lincesa le masajeaba el lomo. Él me seguí mirando asustado y muy quieto, el rabo era lo único que movía tímidamente mientras le acariciábamos. Pasados unos minutos pareció volver a la normalidad. Comenzó a andar despacito y como con miedo, no se atrevía a subirse de nuevo al sofá y se tumbó a mis pies.
Con el paso de los días no ha vuelto a pasarle nada parecido. Se esconde mucho debajo de la cama pero supongo que lo hace porque ahí abajo se debe estar fresquito. Pero se ha comportado como siempre, saltando y brincando. Aún así se lo quería comentar a la veterinaria. Y hoy, cuando le he llevado, mientras le hacía la exploración rutinaria, se lo he contado y me ha dicho que podría tratarse de un principio de epilepsia, un leve ataque que también podría ser otra cosa (no babeó ni se hizo pis ni tuvo otros síntomas epilépticos) pero me ha recomendado que le vigile y que si le vuelve a pasar, le lleve a que le hagan unas pruebas.Aunque muchos de los que le conocen y le han visto brincar y corretear como un loco pensarán jocosamente ahora mismo que el perro ya parecía epiléptico a mí me ha dejado muy mal cuerpo. Porque esto me recuerda que Chuchín tiene ya siete años y que por muy vital y enérgico que siga siendo ya es un perro maduro y que... bueno, eso...En fin, a ver si todo se queda en un susto...
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Seguro que es algo sin importancia, no te preocupes. Pero el susto ya no te lo quita nadie.
Como ya sabes no te podré leer en los próximos días porque me piro de vacaciones, que una trabaja todo el año para darse el gustazo, aunque hay inconvenientes como lo del bocata de jamón, que creo que allí no saben lo que es eso ;-p ains una lástima.
Recuerda no revoluciones mucho al personal y a la vuelta me cuentas novedades.