Y como parece que me han vuelto las ganas de dar caña y enrollarme no puedo dejar pasar la noticia de la semana sin decir nada (que ya sabemos que las opiniones son como los culos y como el mío es bastante considerable… pues eso…). Primero lo vi aquí. Y pinché en el enlace. Luego lo volví a ver aquí. El enlace era el mismo así que ya no lo pinché. A partir de entonces la noticia ha empezado a correr como la pólvora. Mi reacción debería explicarla en dos fases. Primera, abrir mucho los ojos. Segunda, ponerlos en blanco. Vamos, que mi cara fue la misma que si el titular hubiera sido: El caballo blanco de Santiago admite que es blanco (admítaseme la redundancia sobre el mismo color pero es que era justo eso: blanco y en botella). Me imagino la conversación entre la Foster y su "bella Cydney" mientras se arreglaban para asistir a la entrega de premios: Cydney: Jo, cari, pero, ¿es que no te das cuenta de que los únicos que no saben que eres bollo son los masai africanos? Y, vamos, no lo saben porque no tienen tele ni Internet y no han visto una peli tuya en la vida… Jodie (poniéndose los pendientes frente al espejo con cara exasperada y sin ganas de discutir): Que sí, cari, lo que tú digas pero es que es mi vida privada y eso es un asunto muy serio… Cydney: ¡Pero qué vida privada ni qué leches! ¡Que todo el mundo nos ha visto pasear con nuestros hijos tan alegremente! ¡Pero claro, tú con un ‘ni sí ni no sino todo lo contrario’ tienes bastante! ¡Que ya son quince años, cari! ¡Y ya va siendo hora de que me dediques algún premio como hace todo hijo de vecino aquí en Jolibú! Y a la Foster debió oír cómo algo hacía clic en la cabeza y se dijo a sí misma: “A ver, Alicia Christian Foster (que es como me llamo aunque a veces se me olvide), si te van a dar un premio por estar entre las cien mujeres más poderosas de Jolibú será por algo, ¿no? ¿Qué puede pasar a estas alturas? Tienes tu mansión, un plan de pensiones que te garantizará una vejez acomodada y una carrera que empezó cuando aún no habías empezado a caminar y anunciabas el Coppertone… Y mira, que con cuarenta y cuatro añitos ya empieza a ser más que sospechoso no tener novio conocido, dos hijos de padre desconocido e ir siempre por ahí con una amiguita medio conocida”. Y dicho y hecho. Lo que más gracia me hace de todo esto es que en ningún momento han salido por la boca de Jodie las palabras: “Sí, soy lesbiana” (como sí hizo en su momento Ellen DeGeneres en la portada del Time con su mítico: “Yep, I’m gay”). Ella lo único que ha hecho ha sido dedicarle un premio a su “bella Cydney” en lo que se podría denominar como acción por omisión. Sí, ha sido natural. Sí, ha sido bonito. Sí, no ha tenido que utilizar un tono confesional para confirmar lo que todos sabíamos ni pactar una exclusiva con ningún medio de comunicación pero… ¿no ha sido un poco como decir: "Damas y caballeros, les confirmo que la Tierra es redonda pero achatada por los polos”? Entendedme, este tipo de gestos siguen siendo absolutamente necesarios, máxime si provienen de una estrella mediática del calibre de Jodie Foster, aclamada desde hace décadas por crítica y público; sin embargo no es un gesto valiente. Lo habría sido si esa dedicatoria hubiera sido pronunciada al ganar cualquier de sus Óscars, sus Globos de Oro o cualquiera de sus múltiples premios. Lo habría sido si a mediados de los noventa o, incluso, a principios del nuevo milenio lo hubiese dejado caer en alguna entrevista. Ahora, pese al revuelo que está armando, resulta meramente anecdótico. Bien es cierto que la actriz ha ido dejando pistas más que suculentas durante las últimas dos décadas que apuntaban claramente hacia su lesbianismo y que aumentaban con el paso del tiempo. Recuerdo especialmente, hará uno o dos años, en la revista Pronto (la que compra mi abuela y que yo hojeo cuando voy a visitarla a ella y a mi abuelo) un breve con el titular: “Jodie Foster de paseo con su novia y sus dos hijos” y acompañando al pequeño artículo una foto que no dejaba lugar a dudas. O cuando, este mismo año, tras donar una bonita suma de dinero al Savannah center of health and wellness, colgaron en el pabellón dedicado a ella una placa con las huellas de sus dos hijos en el que se ve que el segundo nombre de ambos es Bernard, apellido de su amiga Cydney. En realidad era un hecho de sobra conocido por todo el mundo. Sólo faltaba que la implicada lo admitiera de una (puñetera) vez.
Pero ya digo, me parece que llega un poco tarde. Su salida del armario tendrá repercusiones, qué duda cabe, y confío en que sean positivas (me refiero a la percepción social del lesbianismo); no obstante su carrera no se verá perjudicada. Es más, casi me atrevería a afirmar que para evitar que le empiecen a ofrecer papeles secundarios en bollodramas, en breve anunciará que se concentrará en su faceta de directora para curarse en salud (¿apostamos algo?). Por supuesto, he hecho una búsqueda exhaustiva para comprobar las reacciones de los medios de comunicación y la colección de titulares es para estar riéndose un buen rato. Desde los obvios: ”Jodie Foster se confiesa y sale del armario”, “La actriz Jodie Foster admitió que es lesbiana” o “Acepta la actriz Jodie Foster ser homosexual” (y yo al redactor lo mandaba a hacer un curso de sintaxis) hasta los metafórico/alegórico/indirectos: “Secreto a voces”, “Jodie Foster alude en público a su compañera por primera vez”, “Jodie Foster revela su secreto peor guardado”, “Jodie Foster dispara los rumores sobre su sexualidad” (este andaba un poco despistado), “Confesiones de una estrella” o “La ‘impostora’ asume su condición” (escrito, seguro, por alguna lesbiana resentida), pasando por los ingeniosos: “Jodie Foster y señora” o, mi favorito, “Las nenas con las nenas” (¡qué momentazo de inspiración tenías, chaval!). Aunque aún he encontrado uno más que me ha llamado la atención. Es simple, es sencillo, es directo, es: “Jodie Foster tiene novia”. Aunque de éste último me gustaría saber el tono, es decir, si es como: “¡Hala, la Foster tiene novia, qué fuerte, tron!” o si anuncian que tiene novia como quien tiene un cáncer o es un tono más objetivo al estilo de cuando cualquier famoso confirma su relación con otro famoso. En cualquier caso ahora sólo queda esperar a que la polvareda se asiente, el tiempo comience a pasar y veamos qué ocurre a continuación. ¿Habrá otras famosas que sigan su ejemplo? ¿Será por fin el inicio de de la desaparición de la invisibilidad que oculta siempre a las lesbianas? ¿O, por el contrario, quedará como un hecho aislado que todo el mundo asuma por ser conocido de antemano y se olvide al cabo de poco tiempo? Por mi parte sólo puedo decir que esto me ha traído a la memoria que hace unos meses dije que iba a hablar de la visibilidad lésbica y como mi vida entró en una espiral de series y más series, dejé en el limbo de los post perdidos, así que ya os podéis imaginar de qué voy a hablar en el próximo, ¿no? P.D.: Las dos últimas fotos són sólo para dejar patente que con un gaydar mínimo era posible detectar su "lesbiandad" a veinte kilómetros de distancia. Por no hablar de que el cartel (incluso el título) de La extraña que hay en tí daría para hacer una tesis sobre la iconografía bollo...
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¡¿Qué esto te ha traído a la memoria el post de mañana?! Jodía si te lo recordé yo hace 2 días.
Expectante me hallo.
p.d.1: ¿me hablas ya?
p.d.2: Divina Pili tú tienes la culpa de esto