Todo el mundo le tiene mucho miedo a 2009 ya desde antes de que haya podido dar comienzo. Yo no. Yo presiento que va a ser un buen año para mí (y no olvidemos que en muy raras ocasiones mis presentimientos fallan). Presiento que en 2009 mi vida se va a enderezar y a levantar la cabeza, que se van a poner muchas cosas (y personas) en su sitio y que dentro de un año, con tres décadas ya a mis espaldas, me tomaré las uvas bien acompañada y brindaré con una sonrisa en los labios.
Por tanto ahora es el momento de hacer los propósitos de año nuevo. Y esta vez van a ser un poquitín distintos a los de siempre. No pienso dejar de fumar, ni apuntarme a un gimnasio (al menos no hasta que se arreglen mis problemas con las cervicales), lo del inglés me da igual porque lo aprendo diariamente con las choporrocientas series que sigo y lo de ser mejor persona y ayudar a los demás es lo que he tratado de hacer siempre aunque siempre me salga el tiro por la culata y encima tenga que aguantar las ausencias de aquellos a los que se les llenaba la boca hablando de la amistad que nos unía o las airadas voces que dicen que la culpable de todo soy yo. Y mi orgullo (como si los demás no tuvieran, no te jode). Y mi supuesta insociabilidad. Y lo difícil que es actuar conmigo (tócate los cojones, como si los demás vinieran con libro de instrucciones).
Así que este año sólo tengo un único propósito: mirarme el ombligo. Mirarse el ombligo es un deporte practicado por, punto arriba, punto abajo, el 90% de la población y hasta ahora yo me había resistido por encontrarlo un tanto absurdo (no olvidemos que cuanto más te miras el ombligo más probabilidades existen de encontrar mierda y de que luego te duela el cuello una jartá).
2009, entra cuando y cómo quieras. He calentado a conciencia y estoy lista para recibirte con los puños en alto, dispuesta a parar todos tus golpes bajos.
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Me alegro mucho de leerte así, porque me consta que lo primero para poder tener un buen año es crer que puede ser así y buscarlo un poquito, verás cómo se hacen realidad tus deseos y acabas el año tal y como dices!!
¡Y a mirarse el ombligo!! Que es el deporte nacional y los que no sabemos hacerlo siempre salimos mal parados, también es uno de mi propósitos para este año, a ver cómo nos va!! Un besín y mucha suerte con todo!